El amigo de mi padre

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Abrí los ojos más de lo normal y pude ver cómo los de el se abrían lentamente.

¿Qué estábamos haciendo? ¿Por qué? ¿En qué momento acabamos así?

El me soltó despacio sin ninguna brusquedad y se alejó de mi, unos 50 cm.

-No se qué pasó...

Ruiko: Me querías besar, ¿verdad?- sonrío sádicamente rompiendo la atmósfera entre los dos.

-¡Por supuesto que no!

Ruiko: ¿Ah si? Entonces, ¿Por qué no hiciste nada al respecto?

-Porque...pensé que íbamos a bailar...- pero ¡Qué patética respuesta!

Ruiko: Mientes, tu también ibas a besarme, yo vi como tus ojos se cerraban.

-¡No es cierto!-me tomó de la mano y me acercó a el.

Ruiko: ¿Lo intentamos? Quiero intercambiar mi saliva con la tuya- o.o en ese momento llegó Rose y sentí toda la vergüenza del mundo.

Taaazzzzz! Sonó la cachetada que le di a Ruiko.

-Eres...eres un... ¡Pervertido! ¡Me voy!

Rose: ¡No! El vestuario...

-Vendré al rato, ahora no puedo.-dije enfurecida.

Ruiko: Quítatelo ahora.-sonrió a como ya me había sonreído.

Me metí al camerino y después de cambiarme le entregué el vestido a Rose "ignorando" a Ruiko según yo.

Ruiko: Si no nos vemos en clase, te recuerdo que pasaré por ti a las 7.- oh rayos no recordaba eso, ni modo, eso arruinaba mi enojo en ese momento.- pero si no quieres no te preocupes.

-Iré. Nos vemos.- me fui de ahí en dirección a mi salón y comencé a reírme por lo que había hecho.

Pasaron las horas y salí de la escuela.

Mi mamá estaba en casa jugando bingo con otras amigas de su trabajo e incluso yo jugué. Pasamos un rato divertido y después de bañarme la preocupación me dominó por completa, ya que no sabía qué ponerme para la cena.

Mi mamá se dio cuenta de que estaba en apuros y decidió ayudarme, y al final me puse un vestido rojo que me llegaba hasta las rodillas, algo pegado pero elegante, con algunas rosas formadas con la misma tela y plasmadas a los costados de mi cintura.

Tocaron la puerta y yo misma abrí.

El se encontraba elegante y odiaba decirlo pero se veía muy guapo, la verdad es que tenía buen gusto para vestirse (llevaba un traje de color negro que le lucía increíble) e incluso para escoger una fragancia porque ¡olía de maravilla!

-Oye, está mi mamá en casa...-dije porque no dejaba de verme como si estuviera hipnotizado y en parte me ponía nerviosa.

Ruiko: No pensé hacerte algo...

Mamá: Así que ¿tu eres Ruiko?

Ruiko: Es un placer, disculpe por la molestia de llevarme a Izumi.

Mamá: (puso los ojos como estrellas con solo ver su caballerosidad) No te preocupes, mi hija me ha contado lo de esta noche y siempre es bueno ayudar.

-Si...

Ruiko: Me alegra que entienda, y disculpe por la molestia.

Mamá: No es ninguna molestia!

Ruiko: Como usted diga- le dedicó una sonrisa.

-Em...Nos vamos?-dije algo apenada.

Ruiko: Claro. Con permiso, la vendré a dejar.

Enamorada de un celoso y hermoso pervertido |EDITANDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora