Enamorada de un celoso y hermoso pervertido |EDITANDO|

Capítulo Extra (Corto)

Ayer fue el cumpleaños número 25 de Izumi y apenas hoy regresamos de nuestro viaje. Como regalo de cumpleaños, decidí llevarla unos días a México, ya que era un país que ella quería visitar desde hace mucho, pero que no habíamos tenido la oportunidad de ir.
Como no teníamos muchos días disponibles, más que una semana, decidimos ir a un solo estado, "Yucatán", y nos la pasamos de maravilla.

Visitamos incluso el "Chichén itzá", que es una de las siete maravillas del mundo y en parte por eso escogió visitar ese lugar.
La comida en donde sea -incluso en la calle- había sido lo más delicioso que yo pudiera haber probado. Lo juro. Me gustó en especial una comida que se llama "Pibil" y a Izumi le hubiera gustado también si no fuera porque le cayó pesada, ya que no está acostumbrada a comer tanto guiso y la vomitó. Pero fuera de eso, comimos de todo y visitamos casi a todos los lugares. Incluso en Mérida, en el zócalo, en frente de la catedral se ponen grupos culturales los días viernes y afortunadamente pudimos estar ahí y disfrutar de la música, de los bailes folclóricos y de las famosas "bombas yucatecas".

Pareciera que estoy dando clases de turismo, pero es que ir a ese lugar nos ha caído de maravilla. No hemos dejado de hablar del viaje para nada y como igual estamos desempacando las maletas y sacando las cosas que compramos, por lo mismo no podemos dejar de pensar en el viaje.

Izumi: Fue el mejor cumpleaños.- me abrazó por la espalda y sonreí de lado.- Gracias.- sentí sus labios besar mi cuello y me giré para verla de frente.

-¿Qué parte te gustó más?- alcé una ceja.

Izumi: ¿Del viaje o de qué?- solté una carcajada y la abracé al mismo tiempo que dejaba caer todo mi peso en ella.

-Eres una pervertida, querida Izumi.

Izumi: Aprendí del mejor maestro, querido Ruiko.- me guiñó un ojo y me aproximé a besarla en los labios. Intenté separarme para seguir desempacando pero mi esposa me jaló con fuerza el labio y me arrastró a su boca nuevamente.

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Hace una semana, Izumi y yo regresamos del viaje. Ahora volvemos a nuestro trabajo, con la obra que tanto hemos esperado en actuar y con la que nos hemos preparado desde hace cinco meses. Queríamos romper récord y creo que podremos hacerlo, ya que el elenco ha puesto de su parte y tenemos un equipo extraordinario.

Nos va muy bien en el trabajo, e incluso ya salimos del país y representamos una obra en el extranjero. Fue una gran experiencia y siento que si hacemos las cosas con amor, y trabajamos realmente en lo que nos gusta, podemos llegar muy lejos y al mismo tiempo ser felices.

Rose: ¿Estás listo?- preguntó mientras me colocaba una corbata.-

-Un poco. Algo nervioso. Lo normal, como siempre.- respondí sonriéndole y al mismo tiempo mirando su panza.- ¿Cuántos meses tienes? Veo que ha crecido mucho.- alcé las cejas y ella sonrió.

Rose: Cinco meses. Ayer los cumplió.- dijo orgullosa.- Jack está muy contento pero aún no hemos decidido el nombre, aunque la verdad me gustaría que se llame como se llamaba su abuelita.

-¿La señora Adeline?- ella asintió.- Adeline, suena bonito. Izumi la va a amar aún más. Esa mujer le dio trabajo y por ella en parte conoció a tu esposo.

Rose: Y con más razón se lo agradecería de esa forma.- sonrió con tristeza.- La extraño. Era una buena mujer...

-Tranquila Rose. Ya ha pasado tiempo, y lo bueno es que si logró estar en la boda de ustedes. Pero a como dicen, su plan aquí terminó y...bueno, la verdad es que no soy bueno dando consuelo, pero no quisiera que te pusieras triste de nuevo. Esa época fue muy difícil para todos.- recordé cuánto había llorado Izumi por la señora Adeline y de nuevo sentí que el corazón se me partía en pedazos.