Final (2/2)

4.8K 407 389
                                    

Daisy llegó a mi casa unas dos horas después de enviarme el mensaje. Me dijo que necesitaba quedarse a dormir en mi casa y qué bueno que lo hizo, porque sino, me hubiera pasado toda la noche pensando en esa obra y en Ruiko. Sobre todo en él.

Vimos películas e incluso compramos palomitas y no dejamos rastro de haberlas tenido. Era una fiesta de pijamas improvisada y me relajó mucho.

Daisy: Gracias por dejar que me durmiera en tu casa.- me dijo cuando llegamos a la escuela.

-No hay de qué. Cuando tus padres vuelvan a salir y te dejen sola, recuerda que me tienes a mí.- choqué un puño con ella.

Daisy: Gracias, amiga. Antes no éramos tan unidas, ¿Verdad? La universidad nos unió más.- vi que miraba a la nada, recordando todo.

-Sí, me he dado cuenta de eso. Antes...estabas más con Yumu. No sé cómo explicarlo, pero me alegra de que nos llevemos mejor, aunque nunca nos hemos llevado mal.- sonrió.

Daisy: Lo mismo digo.

Había mucha gente a fuera de los salones, debido a la obra de teatro.
Habían pósters en todos lados y me sentía tan mal que me llegué a considerar despreciable.

¿Por qué no le dije que lo perdonaba? Ahora quería hacerlo, quería decirle a Ruiko que no me importaba mi orgullo, que no me importaba nada porque sin él mi cuerpo vivía sin alma.
Quería decirle: Buena suerte en la obra, pero no podía... Ya era muy tarde...Bueno, nunca es tarde.

Entonces llegó el momento, entramos al teatro. El lugar me dio escalofríos y Daisy buscó los asientos.

Estoy haciendo un drama de niña...bueno es que estoy disgustada y desilusionada. Creo que me hubiera lastimado menos que hubiera besado a Ashley, pero lo hecho está hecho.
Y dejando eso atrás, no podía evitar sentirme culpable porque en estos momentos si siguiera con Ruiko, estaría con él, besándolo en un camerino de una manera tan apasionante que me dejaría sin aliento. Pero no puedo hacerlo, me duele el corazón por ser demasiado estúpida para decidir algo permanente con un sentimiento momentáneo, que es el enojo...o el impulso.

-No quiero ver esto pero creo que no tengo opción.

Daisy: Ni modo. Aunque ya vimos toda la obra ensayada.-hizo una mueca.

La gente comenzó a llegar y el lugar se llenó completamente. Ni siquiera había empezado y yo ya me quería ir. Luego me alegré porque vi a los papás de Ruiko casi en la primera fila y me saludaron desde lejos con una amplia sonrisa. Definitivamente los extrañaba también a ellos.

El telón se abrió un rato después y la obra comenzó.

La escenografía era preciosa. Profesional. Se veía que había muchísimo dinero invertido en toda esta obra.

Cuando salió Mildre no pude evitar hacer una mueca y un señor que estaba a mi lado, se paró de su silla y me distrajo lo suficiente para no prestar atención. Entonces vi una silueta familiar y casi se me salió la risa al verla ocupar el lugar del señor.

-¡Yumu! ¿Qué rayos haces aquí?

Yumu: Ok, me infiltré. No me podía perder esta obra.

-Chicas, dejen escuchar.- dijo una voz atrás de nosotras y al voltearme vi a Mónica sentada junto a Rose.

-¡CHICAS!- Casi grité en el susurro.-

Rose: Estamos aquí para tirar tomates. No creas que venimos a ver la obra porque sí.- me guiñó el ojo y me dio risa.- Incluso Jack está por allá.- señaló y al verlo sonreí.

Enamorada de un celoso y hermoso pervertido |EDITANDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora