Sólo eres mi jefe [H.S] |Terminada|

Capítulo setenta y uno {C.A}

Después de tener una larga conversación con Christian. Se fue, y bueno yo tengo que dormirme.

Con las consciencia confundida no se si dormiré, pero tengo que seguir los consejos de Christian.

Ahora dormiré, es mejor descansar. Cerré mis ojos esperando que el sueño llegué a mi.

Después de algunos largos minutos que se convirtieron en horas pude reconciliar el sueño y dormir.

(..)

Había despertado tarde ya eran las 14:53, tenía que almorzar pero me encontré con la sorpresa que Emma y Christian me trajeron el almuerzo.

-Aw, gracias-Agradecí cuando empecé a probar la comida.

-De nada, ¿después de almuerzo quieres salir con nosotros?-Pregunta Emma. Christian estaba viendo la televisión desde la puerta de mi habitación si que no había forma de despegarlo.

-¿A donde irán?-Pregunté.

-Al parque de los juegos. Se que no puedo subirme pero, hay otro juegos que son para embarazadas. Bueno empieza a las ocho de la tarde-Exclama entretenida Emma.

-Bueno, iré.

Después de almorzar tuve que bañarme luego vestirme, opte por los pantalones azules, y la polera que me había puesto hace unos días atrás.

Las zapatillas de ayer, me deje estilar el cabello. Luego coloque un poco de maquillaje para no parecer cualquier ser sobrenatural.

-Iremos a las ocho, son las cinco, ¿Porque te arreglas tan temprano?-Pregunta Emma confundida.

-Iré a caminar un rato, ya que aquí no hay plaza para ir a llorar. Bromeó-Dije para sonriéndole.

-Lloras una vez más y yo misma te estrujó los ojos para que no salgan más lágrimas-Dice Emma. No pude evitar reír.

-No lo haré-Dije para salirñ de mi habitación.

-Tengo mi teléfono por si hay una emergencia me llaman-Dije mientras caminaba para salir de mi hogar.

Necesitaba ir a tomar aire, se que saldré a los juegos para despejarme.

Pero ahora quería aprovechar la tarde caer. Si que camine sin rumbo mirando el piso.

Era agradable el silencio que llevaba en el camino. Tranquilidad era lo único que necesitaba, además de pensar claramente.

Levante la mirada para no chocar con alguien. Mire las personas, algunas apuradas otras relajadas.

Era entretenido ver cada expresión que traía cada una. También era cómodo ver que traslucían en si mismo cada persona.

(..)

-Me dará un infarto-Dije mirando la montaña rusa. La cual que subiré con Christian y Emma no.

Después de salir a caminar me devolví. Llegue al centro chino, son unas nueve cuadras más.

Calculamos que camine muchísimo, ya que me devolví y son nueve cuadras más.

-¡Nos toca!-Chilla alegre Christian.

-Nose porqué presiento que te dará un infarto-Dije mientras le sonreía burlona. Christian ríe sin ganas.

-No estoy viejo querida, Hil-Dice Christian tirando de mi para subirnos en los primeros de la fila.

-¡Porqué eligiste este puesto!-Me queje, la verdad es que igual tenía un poco de miedo. No me he subido desde que tenía unos doce años, en esa edad me encantaban los juegos y no tenia miedo.

-¿Preparada?-Pregunta Chris con una sonrisa. El tren o carro empieza moverse dejándome un gran nudo en el estómago.

-No tengo otra opción-Dije mientras enterraba mis uñas en el fierro, cerré los ojos con fuerza preparándome para la bajada.

Doy un grito ahogado mientras Christian ríe. Siempre hay dos opciones para que el estómago no te duela como que te arrancarán las tripas. Reírte o gritar.

Christian optó por reírse y y yo por gritar. Ahora grito pero igual río por mis gritos.

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