Libertad

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Parado justo en medio de esta fría habitación, observo aquel rincón donde tu leer solías, mi cama ahora vacía se funde entre mis manos, me quedo congelado al pensar seguir mi vida.

Sin punto de partida o retorno hacia tus brazos, pensaba que era algo que necesitaría, pensé que lograría conseguir lo que buscaba, no sabía en realidad lo que encontraría.

Calor que poco a poco se fue de mí huyendo, de este adornado cuerpo de cosas materiales, imperio que forme con una mano sobre cartas, al azar de mi destino mi fortuna se amilana.

Vestido de ilusiones navego por las calles, rojo fuego el carruaje que conduzco hacia el abismo, como un corcel salvaje de entre escombros y cenizas, veo el fingir sonrisas de una turba emocionada.

Parado frente a ellos quienes nada en mí conocen, nada de la realidad más que falsas ilusiones, artificial, supersticiones, de lo que realmente pasa.

Cada nota, cada verso que por sus oídos viaja, rimas que se entrelazan con el ruido a la distancia, cada gota de llanto cual pena de mi alma, es la tan delgada capa; que cubre, lo que realmente me falta.

Pensé seguir así, cambiándote en mi vida, pensé que al otro día volvería a encontrarte, lo sé... no fue así, y yo aquí, no puedo hacer más que llorarte.

Abanico de este tiempo que cambió nuestro destino, es mi culpa y lo repito en mi mente muchas veces, y es que no pasan los meses sin que surja algún suspiro, y las notas en mi diario que se vuelven pergamino.

Mis deseos priorice por encima de los tuyos, no hubo motivo alguno por el que quieras quedarte, quizás llegue muy tarde al darme cuenta que ha sido, tan sólo el resultado de ser tan injusto contigo.

Me dicen ganador, que mi vida ahora cambia, no sé si estaré mejor o si moriré mañana... me dicen que soy libre, sin cadenas y ataduras, pero no saben que de mi cordura, tú tenías la llave.

Que puedo hacer de todo, y con todos sin que piense, que en algún lado está alguien que me juzgue y me condene, que vale mejor ser libre, como ave, como liebre, que no vale jaula de oro aunque piense lo que piense...

No podría más diferir del vacío en sus palabras, y es que no existen las jaulas ni el pasar lento de días, si es con ella quien sería con quien pasar tiempo quisieras, sin importar los lugares, ni las olas de los mares para ver algún ocaso, o hacer promesas de vida, o mirar nuestro retrato, juro todo cambiaría por sólo un día a tu lado.

Y aquí estoy ya libre al fin, lo que tanto perseguí, lo que tanto yo buscaba, cual riqueza es la pobreza de perder toda mi alma, la silente melodía que sacude mi tristeza, es la única certeza de lo que hay en mi destino, y con filo, me recuerdan lo que he hecho y que por ello me merezco esto y más en mi camino...

Estaré igual aquí, esperando tu llegar, pues para mí esto no es la libertad... un nombre tiene sí, se llama, soledad...




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