Laberintos

Aunque tú no me recuerdes

Otro día mas y llevo, otra rosa a tu florero, aquel que tiene marchitas muchas más desde hace tiempo, junto a globos y regalos, que adornan tu desvelo.

Entre paredes muy frías y blancas como yeso, aparatos que dan vida entre este turbio silencio, tu por siempre fiel morada es ahora mi recinto, donde a diario te visito para compartir tu suerte.

Me preguntan porque voy, porque sigo a tu lado, si aunque tú me veas a mí, no recuerdas ni quien soy, lo que hago y lo que doy, nunca podrás apreciarlo.

Que soy un triste bufón, enamorado perdido, un payaso malherido que aun ríe y se disfraza, entre esto que amenaza, con quitarte de mi vida.

Pasan horas y los días y me siguen increpando, aquellos que no comprenden lo mucho que te amo, que aunque estés aquí tendida con la mirada extraviada, con tu piel envejecida y por mucho marchitada, tu por siempre para mí, serás mi princesa dorada.

Pues aunque no recuerdes, aunque todos me comenten que tú no has de regresar, de aquel frio lugar en donde se perdió tu mente, tu siempre estarás presente en mi vida y mi pensar, porque aunque no sabrás quien soy, yo seguiré estando aquí, porque yo si se quien eres.