Fuego que recorre cada parte mi cuerpo, siento como muero en lejanías de la ausencia, día tras día condenado a ser siempre, un ciclo interminable entre mi vida y mi muerte.
Entierro los recuerdos, heridas me marcaron, tantas cicatrices que dejo en mí el pasado, las noches son tan largas, y tan largos los días, es una agonía estar así encadenado.
Y no siento más temor, no siento más alivio, no corre por mis venas el valor que he tenido, mi cuerpo a pedazos se deshace con el viento, se llevan mis cenizas, se pierden en el tiempo.
Cada segundo de vida que sin prisa me han robado, cada día que he rogado terminar con mi miseria, un regalo que creyeron que me estaban obsequiando, sin saber que esto sería solo una cruel condena.
Castigado a no seguir nunca a ningún lugar, como sombra deambular entre la vida y la muerte, desafortunada suerte de jugarme así mis días.
Y ahora estoy aquí, ya nada me sorprende, pues ya todo lo viví, y lo hare eternamente, seguiré aquí hasta el fin, pues si tengo que partir, volveré honorablemente.
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Laberintos
PoetryCaminando entre las sombras de mis miedos y fracasos, es en tu regazo donde al fin yo me consigo.