Náufrago

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Y soy, el que después llegó a la meta, el que no saborea el triunfo como aquel que antes llega, quien le deja solo sobras, al segundo de la mesa.

Y me cuesta soportar conservar segundo puesto, que lo que hagas para mi otro ya pudo tenerlo, no sé si es mi inmadurez, no sé si es algún complejo, pero me siento tan mal... y sufro como alma en pena, de saber que aquí estas y sentirte tan ajena.

Y es que no puedo borrar como tinta tu pasado, ni tampoco lo que has dado y recibido aquel entonces, no puedo borrar los roses de tu piel y las caricias, no puedo borrar sonrisas aunque luego fueran llantos.

Sé que no puedo borrar ni sus noches ni sus días, ni palabras, ni salidas, ni estadías, ni regalos, ni momentos ya vividos, fueran buenos o macabros.

No puedo borrar sus besos, sus paseos, sus abrazos, lo que pudo haberte dado, si fue mucho o fue nada, no puedo borrarte de su cama, no puedo olvidar sus vidas, que pasaron sin saberlo, ya muy lejos de la mía.

Y es que yo no sé cómo sentirme diferente, como lidiar con ser el que ha llegado de segundo, me pierdo y me confundo en un tiempo tan lejano.

Y sé que tú lo intentas, lo sé, también lo intento, por eso me disculpo pues hacer daño no quiero.

No soy el original, solo una copia, un tercero, aquel que llegó al final de un camino maltrecho, aquel que acudes sin más por lo que ofrece a tu ego, o quizás tu soledad, que pide a gritos un consuelo.

No puedo pretender que el pasado no exista, tampoco puedo pensar que es natural y no me afecte, y es que me cuesta tenerte conociendo aquellos días, que en mi es una agonía, una tortura inclemente.

¿Cómo puedo pretender olvidar cada detalle? ¿Cómo pueden olvidarse de las penas del pasado? Por favor que alguien revele ese secreto tan guardado, porque yo lo necesito, y es que siempre lo he buscado.

¿Qué entonces soy yo? Dime en que soy diferente, si el mismo rol aquí yo lo ocupo en tu mente, no creo que exista forma en que logres convencerme, que soy yo tan especial y por mas tan diferente, si lo mismo en general, tu conmigo ya lo eres...

No se puede así vivir, como yo estoy viviendo, pero es una prueba más, una más de un frio invierno, algo que debo pasar para ver la luz del día, solo espero su llegar, antes que acabe mi vida.

No soy el mejor, mucho menos el primero, soy el segundo lugar, de tu vida y de tu tiempo, el que llego a componer lo que otro había desecho, a hacer lo que nadie, y transformar los desechos.

Y sentado en esta isla, de tu alma y de tu mente, de tu noble corazon, de tu espiritu indeleble, te confiezo lo que soy... una herramienta más, donador de sentimientos, dices tu felicidad, y yo digo, solo un sueño, tan sutil y taciturno, como la brisa de invierno.

LaberintosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora