Y me doy cuenta... no soy nada, solo un vacío sustento temporario de tu vida, sentimientos olvidados de mi triste y pobre alma, que a pesar de todo pasa, lucha y batalla por llegar por ti a la cima.
Un tiempo que nos une, pero mantiene separados, porque aquí mi intermitencia es la ayuda, tenue y lenta que sostiene, todo lo malo que envuelve tu pasado.
Como arenas del desierto, como mar de azul eterno, es quizás la realidad, que me lleva a pensar, que mi puesto y mi lugar, no lo debo conservar.
Con cadenas enlazada a otros tiempos y personas, es inútil que mi ahora pueda combatirlo, me condeno y me obligo a pensar diferente, pero se, muy sutilmente, mi lugar no es contigo.
Y es que no te culpo, ahora veo claro, llegue a proveerte lo que tanto te ha faltado, pero solo eso soy, eso y nada más, un proveedor, un tonto y simple actor, que pensó... se ilusiono, pero siempre al final, las cosas, como las quise pensar, no resultaran.
Y es duro ya lo sé, que quizás tu esto leas, quizás puedas pensar que lo quiero a mi manera, pero yo no decidí, tampoco desistí, mi palabra te cumplí, como yo lo prometí.
La ilusión del sentimiento que tú crees sentir por mí, no es más que un sueño febril, una chispa ilusionada, una brisa muy sutil que solo un poco te engaña, de momento a momento sin durar hasta mañana.
Es que yo me convertí, a completa voluntad, en lo que tu querías de mí, lo que querías encontrar, en ese tiempo de tormentas quise ser tu refugio, sin saber que mi futuro iba a ser la soledad, pues puedes estar aquí, tan cerca y junto a mí, pero lejos el sentir, de lo que existe en mí.
Quizás no comprendí todo el riesgo que acarreaba, quizás fui muy ingenio a confiar así en mí mismo, pensé que lograría salir de esto victorioso, y ahora veo muy borroso llegar a salvo mi recinto.
Porque aún no puedes verlo, porque aún no puedes serlo, es de la vida un proceso del cual quizás seas parte, no sé si esperarte, o a algo yo rogarle, ya que igual pienso que, aunque pase lo que pase, con mi pena seguiré.
Y es que lo he intentado, sin ser más que un simple esclavo, te he llevado de mi mano y te he dado, más de que cualquiera hubiese dado, más de lo que nadie ha sido, lo he sido contigo, no me vanaglorio, no es cuestión de orgullo, pues quiero que sepas, muy dentro de ti, que por ti, desde que te conocí, mi corazón siempre fue tuyo.
Mi tiempo que tenía, y también si no tuviera, mis días y mis noches, mis rimas y mis letras, mi vida impaciente, mi cuerpo y mi mente, eso y lo que pedias, eso y más te concedía, cualquier cosa yo haría y te juro habría hecho, no sé por qué yo habría de llegar así tan lejos, pero así es que sucedió, está marcado con fuego, quizás nada funciono, y yo por eso, me lamento...
Me doy cuenta más ahora, de aquel viejo refrán, de aquel dicho; que nunca valor le dan, a lo que nunca se ha perdido.
De ironías corazón, que cruel es el destino, ya no busco mi valor, en tus ojos no ha existido, pues qué esperas de mi hoy para hacerme sentir, lo que tu boca de mí expresa tan radiante, ¿Acaso tengo que morir para que en mi tumba llores? ¿O es que solo entonces ya verás lo que yo he sido?
Quizás no sea yo el que en tu vida merezcas, quizás falle tus pruebas y no he sido tan digno, asumo mi derrota en tu campo de batalla, donde otro ya gano, y es suyo el gran trono, si bien lo intente, y mucho me esforcé, a la final el juez es quien decide mi destino, así al parecer, aunque no es como yo, de alguna forma es; mejor.
Dame pues una razón, solo para yo quedarme, que me haga sentir lo que tus palabras hacen, comprueba con tus manos lo que dices que harías, no me llenes de alegrías, no ilusiones mi tristeza, con brillantes melodías que adornan apariencias, pues de eso yo no vivo, y tampoco vive nadie, ya no sé qué más decirte, tú decides, si extrañarme.
Mis palabras ahora veo que se fueron al olvido, tanto tiempo invertido para que te dieras cuenta, pero es que no es así, tu esencia ya cambiaste, te rehúsas a seguir, así quieres quedarte, aunque sea bueno o no, no te importa, nada te hace, lamentablemente yo, así, no he de quedarme.
Confundido en un rincón entre dudas y lamentos, no sé qué hacer de mí, la salida no la encuentro, si en algún momento, por suerte lees esto, comprende que no quiero que mis letras te hagan daño, busco alguna forma, de que me seas sincera, y me digas muy de frente lo que en tu mente conservas, porque si es verdadero, puro y sincero, con tus actos y los hechos tu lograras probarme, que yo me equivoque, pues deseo equivocarme...

ESTÁS LEYENDO
Laberintos
PoesieCaminando entre las sombras de mis miedos y fracasos, es en tu regazo donde al fin yo me consigo.