Vudú

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Futuro incierto de mi vida en tus dedos, contemplas lo sereno que se encuentra mi camino, en aguas turbias de los mares me arrojas para ahogarme, con una fría sonrisa que congela a mi alma.

Un objeto dañado, inútil amuleto, un trozo de carbón del cual no emana fuego, soy solo un peón, un títere, un bufón, que baila alrededor, de todos tus deseos.

Tu vida y tu presencia, tu oscura y fría esencia, tu pálida apariencia que se tiñe de elocuencia para así hipnotizarme, a tus manos arrastrarme y condenar mi alma en pena.

Princesa del abismo, el poder es tu locura, le gritas a la luna y le ordenas que se apague, y que no hay del cielo estrella que contigo se compare.

Se agranda tu interior, mi vida se amilana, me clavas afiladas tus tan mortales garras, me atas a tu suerte, condenas mi destino, y con sigilo, muy cálidamente, mi cuerpo atraviesas con estacas de indolencia, amargos tus rencores, tu odio que envenena, tus ojos se iluminan al sentir en mí la pena.

Y no puedo escaparme, y no quiero quedarme, es la fuerza de tus manos inmortal sobre mis brazos, de este cuerpo inerte que ni el viento ha movido, ni las olas de los mares, ni el fuego ha vencido, el que quedara sumido en irónico letargo, me doy cuenta justo ahora, que un hechizo me has lanzado.



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