Arar en el desierto

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Y es que al verte, al pensarte y quererte, mi alma de niño se arruina, enloquece... ya son muchas veces que cortan mi vida, aquellos pensares que sí... me lastiman.

Me cuesta seguir, me cuesta vivir, me cuesta decir que estoy bien al fin, sé que quizás contigo no sea, con quien llore y vea, mis letras brillar.

Cual cierre final de orquesta sombría, se pierden mis días de entre la lluvia, espesa tiniebla que arranca mi alma, la azota y la lanza en la lejanía.

Tu vida y tu danzar, tus otros rumbos fijos, se quiebran al chocar, al chocar aquí conmigo, no sirvo para más, solo debo quedarme, dormido quizás sin jamás levantarme.

Yo sé que tú lo intentas, y se lo que deseas, ojala también supieras, lo mucho que lo intento y lamento, el no poder lograrlo.

Ya en mi calendario no se cuentan más los días, tan solo pesadillas de días ya muy largos, lo noche que solía ser mi fiel refugio, se viste artilugios para de ella alejarme.

Me siento aquí tan solo, inevitable desierto, parte de esta vida pero con un rumbo incierto, rodeado de la gente que me hace sentir ausente, se pierde y desvanece el motivo de mi vida, que fría y vacía, se esparce por el viento.

Nadie jamás ha dado, la importancia a los actos, a la esencia, a la estima, a detalles y a las rimas, a letras y palabras que expresan lo que calla, los gritos incesantes de mi pobre y triste alma.

Pido tan solo un regalo, uno solo a mis días, el calor y la alegría de sentirme valorado, de que en tus ojos reflejes cada segundo que me extrañas, que tu mirada me haga sentir que soy tu vida, que con el tocar tus manos sienta que no quieres ya marcharte y que de yo marcharme tu vida se acabaría.

Que pasen tus días deseando mi fortuna, que no halla persona alguna con quien tú quieras pensarte, que así como este aire que respiras, que respiro, te quedes tú conmigo y que sientas que me ames.

Quiero ser aquel que piensas justo antes de acostarte, aquel que en las mañanas por tu mente siempre pase, que tu alma y la mía conectadas, atadas y como cadenas de plata, enlazados a otras vidas.

Cuanto eso y más desearía, desearía encontrarlo, creo que no tengo algo que a cambio no daría, sueño que bello seria, si despertara un día, y a mi lado tu estuvieras, quiero encontrar la manera de forjarme mi destino, para ver si hay caminos que me lleven a tu puerta, y siento, que el tiempo pasa lento, y por más que yo lo intento, es arar en el desierto.


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