Velo oscuro cubre en tus ojos mentiras, una vida sacudida por lo turbio de tu mente, cada paso que tú das, cada vez que tú te mueves, todo eso y mucho más, hace ver lo que tú eres.
Creyéndose princesa, merecedora de halagos, a la que rendirle cuentas es un lujo, uno caro, la que vive sin vivir esperando encontrar vida, que se viste de carmín cada noche y cada día.
Delirio incoherente entre tu forma de ser, tu vida y tu mente, que ansía arduamente llenar ese vacío, ironías de sus vicios que la alejan diariamente, de aquel ser tan especial que solo vive en su mente.
Turbia dualidad entre sueños y deseos, su alma se marchita y se seca a lo lejos, con cada día que pasa se entrelaza su camino, y lleva su destino al fondo del abismo.
Negro el fulgor que brota de tu alma, con afiladas garras te aferras con ahínco, tus palabras son veneno disfrazadas de mentiras, asechas a la vida que ahora buscas y no tienes.
Pensaste conseguir aquello que no eres, creíste que siendo así, conseguirías lo que quieres, y es que no puedes pedir lo que no darás cambio, y tu vida sigue así, engañada por tus labios.
Es tu fría soledad tan solo un reflejo, de lo que tu vida es, y lo que de ella has hecho, sin intención de cambiar quieres soberbiamente, liberarte y encontrar a alguien que te aprecie, que tu vida le interese, que te siga, que te ame... que recorra contigo tu marchitado mundo, que se sumerja en lo oscuro de tu delirante mente, que así sufra y se condene, a ti te siga amando, porque así ya eres tú, y nunca has de cambiarlo.
¿Cómo esperas hallar de entre tanta oscuridad a alguien que te observe? Que te abrace, que te bese, que te vea y te desee, si dentro de esa penumbra que tú has vuelto de tu vida, no existe otra salida ni caminos diferentes, lo que tú ahora has hecho, y lo que tú has desecho, te atara eternamente porque así tú has de quererlo, y por ello... tu vida en soledad es tan solo tu reflejo.

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Laberintos
PuisiCaminando entre las sombras de mis miedos y fracasos, es en tu regazo donde al fin yo me consigo.