Quiero abrazar, como nunca lo he hecho antes, quiero besarte como si no te hubiese visto en años, quiero sentirte, como te sentí aquel día, quiero vivirte y borrar esta agonía.
Quiero tenerte todo el día en mi mente, quiero que estés presente en este nuevo destino, deseo con tantas ganas que no vuelvas a marcharte, es mi sueño el adorarte y tenerte aquí a mi lado.
Y no fue la indecisión lo que te obligó a marcharte, no supe disfrutarte cuando aún yo te tenia, en esta mi existencia donde posibilidades siempre sobran por demás y las hay en todas partes.
Quiero respirar de nuevo y poder verte en todos lados, quiero sentir que mi llanto se trasforma en dicha y gracia, quiero que vuelva la calma en estos oscuros días, donde el sol y la alegría me llevaban de la mano.
Deseo que mi sangre fluya, como ríos, como mares, que mi corazón reclames y rescates de esta tierra solitaria, en este limbo infinito donde no se siente nada.
Extraño la melodía de tantas bellas palabras, extraño también miradas que adornaban las sonrisas, extraño las caricias de mi madre y sus consejos, a mis tíos y sus cuentos, de mi padre y nuestros juegos, extraño con detalle cada día de mi vida, aquella que un día tuve, y que ahora... ya no tengo.
Nadie sabrá cuanto extraño el sentir aquel calor, de ese eterno resplandor de aquel sol que yo ame tanto, ni el fresco aire del campo por las noches frías de luna, grande así fue mi fortuna, y no lo supe hasta el ocaso.
Y aunque ya no hay ataduras, aquí pena mi cordura, en este limbo eterno donde ahora yo resido, extrañando lo que he sido y lo que yo ya no tengo, es una lección muy dura, que reniego con locura, pues por más que volver yo intente, la muerte no tiene cura...
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Laberintos
PoetryCaminando entre las sombras de mis miedos y fracasos, es en tu regazo donde al fin yo me consigo.