Laberintos

Alma joven

¿Con que orgullo miras tu pasado? ¿Te has preguntado lo que fuiste? Y dime... ¿Que eres ahora?

Tanto tiempo ha pasado desde aquel día que nos vimos, justo frente al espejo que no miente y nos sonríe, esos días donde tú, al igual que yo, como gota de agua eras, exaltando mi belleza y mi flamante juventud.

Y frente a esa multitud donde todos aplaudían, cuantos días de alegrías pase en el escenario, como el canto de un canario que escapo hacia la vida, una bella sinfonía que limpiaba mis tristezas.

Después de tantos años, no comprendo y no comparto, lo que veo frente a mis ojos, lo que como ya muy torpe y poco con dolor puedo moverme, y aunque mi cuerpo cansado, y también deteriorado, se mueve lentamente, como lamentando el tiempo, oxidado por lamentos, en mi espíritu me siento, como liebre, como ciervo, danzando sobre el agua, jugando con el viento, tan libre y tan sereno el momento de mi olvido.

Y jamás voy a aceptar mi apariencia envejecida, porque aunque por fuera soy, y sé que estoy marchita, por dentro mi alma y yo, no hemos envejecido; ni un solo día...