¿Porque tuviste que encontrarme cuando aún dolían tus penas? No sé cómo decirte, ni se cómo explicarte lo que a mi alma envenena.
Y es que no fuiste tú, la culpable de mi suerte, la fortuna de tenerte es quizás la melodía, de una bella sinfonía que no había escuchado antes.
Y es que lucho a diario, pues a diario yo te pienso, vuela sobre el cementerio de lo que calla mi mente, lo que se someramente de tu vida y tu pasado.
Testigo inerte atrapado y condenado al exilio, al ver pasar por un hilo situaciones del presente, sin poder ni bien moverme, respirar o dar alivio, a los cambios que ya han sido, lo que se marcó en mi mente.
Destino cruel y frio, explícame el porqué, ya dime de una vez porque me has retenido, porque me has echado hacia ella como un niño, triste y desamparado, solo en busca de un asilo.
Sé que al borde del delirio, entre la vida y la muerte, se debaten ferozmente mis deseos y el abismo, dagas de filo dorado caen sobre mí al recordar, en contraria voluntad, los momentos del pasado.
Lo siento si te hago daño, no es mi intención, no es mi objetivo, perdóname el día de hoy, si yo con esto prosigo...
Y es que no quiero pienses que de ti, en mí no existe nada, recuerda que eclipsada mis letras estarían, sin tu bella armonía que endulzara mis relatos.
Quiero que sepas lo mucho, que dentro de mi lucho para quedarme aquí a tu lado, espero haber demostrado que no eres cualquier persona, de mi vida tengo ahora una muy pesada carga, una batalla muy larga que decide mi destino, si me quedo contigo, o si me pierdo en la nada.
Con esto no quiero decir que yo me esté rindiendo, tampoco es una excusa para yo de ti alejarme, créeme... que si de algo estoy seguro, es donde quiero quedarme, pero no eres de madera, de cristal o reciclable, no puedo simplemente decir que te voy a seguir, si con mi presencia aquí, te voy a ser sufrir, por no ser capaz al fin, de mis penas olvidarme.
No sé si el tiempo quizás logre al final cambiarme, no sé si seré libre de estas penas y estos males, solo una cosa se, que lo logre o no tal vez, tu no debes esperarme...
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Laberintos
PoetryCaminando entre las sombras de mis miedos y fracasos, es en tu regazo donde al fin yo me consigo.