Y antes que te vayas y te alejes de mi lado, quisiera aprovechar que estas aquí para decirte, lo que pienso siempre a diario y quizás no te lo dije.
Quiero antes de que partas, aunque pueda faltar mucho, comentarte en un relato, en mis líneas de arrebatos, lo que mi boca calló desde hace muchos años.
Para mí, no hubo día de sol, ni ternura ni calor si no estabas a mi lado, no había escrito ni retrato más perfecto que tu olor y mis manos de algodón que por tu cejas pasaba.
Ese cabello de hada que en mi cara se mecía y la bella sinfonía de tu voz y tus palabras, eso era para mí, lo que yo necesitaba.
Contemplando como tú por mi todo lo hacías, tanto noches como días en mí siempre habrás pensado, al igual que yo lo hago en mi mente cada día.
Tenía muy bien guardado un espacio en un rincón, en donde no existió color hasta que tú lo has pintado, artesana en mi niñez, musa de mi juventud, inspiración por siempre fiel, estrella de mi anochecer.
Y yo, me entierro en el temor de no tenerte a mi lado, no puedo imaginar que un día ya tú no estés, pues aunque tú no lo ves, eres todo lo que amo.
No deseo tu partida ni tampoco despedida, pero aunque es inminente que nos castigue el destino, sé que aún a tiempo estoy, porque aún estás conmigo.
En mi castillo la princesa, la reina de aquel niño, de piel blanca ojos cafés, que en tus brazos vi mi alivio.
Y me faltarán las letras, las rimas y palabras, para poder yo lograr describir tu importancia, pero entiende que sin ti, yo no escribiría nada.
Y como cual cuento de hadas de aquel séptimo día, en los que a mí la vida me extendió sus tiernas manos, para ponerme en las de quien, me cuidara todavía.
Y no puedo más que agradecer, pues estoy agradecido, de haber vivido en ti y seguir hasta este día, sabiendo que es contigo donde encuentro mi lugar, camino hacia el portal de los sueños infinitos, en este manantial que cura en mi las penas, tan suave como seda el trato que me das, feliz estoy aquí de que ocupes tu lugar, feliz día a ti, feliz día mamá.
ESTÁS LEYENDO
Laberintos
PoesíaCaminando entre las sombras de mis miedos y fracasos, es en tu regazo donde al fin yo me consigo.