Ingratitud

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Es el abismo, el espacio, entre mis deseos desechables y tu egoísmo perpetuo, es la voluntad que pierde ante las sombras, aquellas tan oscuras en donde no se encuentra gloria.

Es el despertar en un bello día soleado, y de pronto tambalear por tormentas y por rayos, es el ayudar, y dar sin previo aviso, teniendo que pedir permiso de rodillas al orgullo.

Es tratar ser el mejor, y ser solo un eslabón al final de una cadena, es ser un alma en pena, jugador que eligen de último.

Es poner sobre tus hombros el peso de aquel mundo, que otros construyeron a expensas de tus frutos, es vivir sin respirar, es arar pero en el mar, es dormir pero sin paz.

Y por sobre todo es, y quizás siempre será, el vacío y crueldad de una sociedad marchita, que hace mella y hace trizas, a la noble voluntad, es castigo del que da, y la gloria del que quita.

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