Enero del 2002
Al día siguiente volví a encontrarlo en el balcón y esta vez no salió huyendo. Pero cuando quise hablar con él, sólo me ignoró, fingiendo que estaba muy ocupado armando su castillo de ladrillitos.
No sé cómo y por qué, pero entonces se me ocurrió una brillante idea. Corrí adentro y rebusqué en mi caja de juguetes hasta dar con el par de teléfonos que me había hecho Milton. Él los había hecho porque no quería que yo lo viera mientras se hacía quimioterapia, por lo que sabía que sí funcionaban.
Fui hasta el balcón y me acerqué a la baranda. Esa era casi más alta que yo, pero igual pude lanzar una de las latas al otro lado.
Lo que no me esperaba era que cayera sobre la cabeza de aquel chico con un sonoro tuck.
El chico dejó escapar una lagrimita mientras me dirigía una mirada de odio puro.
—Perdón, perdón, perdón —me disculpé apenado. No había querido hacerlo enojar.
Pero él me sacó la lengua y corrió hasta su casa.
«Bien hecho, Bastian» me dije.
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Dylan & Bastian
Teen FictionTodo comenzó cuando Bastian le lanzó una lata en la cabeza a su nuevo vecino, Dylan, y desde entonces no se han separado, a pesar de que son algo diferentes... Bastian es un alma libre. Dylan es agorafóbico. Para Bas la música lo es todo y a veces s...