Diciembre del 2005
La primera vez que probé alcohol fue a los ocho años. Era año nuevo. Dylan y yo estábamos en la terraza con nuestras familias y el resto de los habitantes del edificio que no iban a visitar a sus parientes (porque ya lo habían hecho o no tenían). Música fuerte, mesas y sillas, platos y fuentes con restos de asado y ensalada rusa y botellas de champagne, sidra y vino por doquier.
Nuestros papás hablaban con otros adultos. Kati jugaba con los otros niños en los juegos. Dyl y yo mentimos.
Dijimos que nos iríamos a dormir, pero en cambio, nos escapamos con una botella de sidra que no era tan rica como la de niños. Pero aun así nos la tomamos toda mientras veíamos los fuegos artificiales desde nuestro balcón compartido.
—Bastian, perdón —dijo Dylan cuando sus mejillas estaban completamente rojas.
—¿Por qué? —pregunté y al voltearme a verlo me mareé un poco.
—Por mi culpa siempre estás solo —murmuró, mirando fijamente el pico de la botella—. Si no fuera por mí, ahora podrías estar jugando con Kati y los otros chicos.
—Estoy con vos porque quiero —afirmé—. ¿O creés que es por lástima?
Él simplemente se encogió de hombros.
—Te conozco, Dyl. No sos una persona merecedora de lástima —dije gateando hasta estar frente a él y obligarle a verme los ojos—. Somos mejor amigo, ¿no?
Él asintió.
—¿Y qué hacen los amigos? Estar juntos, en las buenas y en las malas.
Dylan asintió, pero rápidamente agachó la cabeza con timidez.
—Es que me siento egoísta cuando estoy con vos. Como si te quisiera solo para mí.
Sus ojo brillando a causa de los fuegos artificiales que estallaban a mi espalda.
—Qué raro. Yo me siento igual —respondí y por alguna razón me entró una risa nerviosa.
De pronto, Dylan rodeó mi cuello con sus brazos y me abrazó fuerte, murmurando algo que los cohetes no me dejaron oír. Y entonces ambos comenzamos a reír a carcajadas, abrazados y borrachos.
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Dylan & Bastian
Teen FictionTodo comenzó cuando Bastian le lanzó una lata en la cabeza a su nuevo vecino, Dylan, y desde entonces no se han separado, a pesar de que son algo diferentes... Bastian es un alma libre. Dylan es agorafóbico. Para Bas la música lo es todo y a veces s...