Dylan & Bastian

19 - Bastian

Marzo del 2002

Las clases estaban a la vuelta de la esquina y yo estaba por comenzar la primaria.

Ese parecía ser todo un acontecimiento para mis papás. Mamá me había llevado a comprar mis útiles y me había dejado elegir todas las cosas de superhéroes que quisiera, incuso me había comprado una de esas mochilas de rueditas que solo usaban los nenes con plata. En ese entonces no me daba cuenta del valor de todas esas cosas, algunas innecesarias. Pero viéndolo en retrospectiva, quizás mamá se sentía mal porque no volvería a comprarles útiles a Milton y por eso me mimó de aquella manera.

Pero no me importaba cuantas cosas bonitas había recibido, no estaba del todo feliz porque Dylan no ir a la misma escuela que yo.

—Má, ¿por qué no puedo ir a la misma escuela que Dylan? —le había preguntado mientras volvíamos de las compras.

—Porque él tiene que ir a una escuela para niños especiales —me respondió maniobrando el cochecito de Katia por la concurrida vereda con una mana y con la otra sostenía mi pequeña manita.

—¿Y yo no soy especial? ¿No puedo ir a esa escuela también? —me quejé. Me di cuenta de que así se le hacía muy difícil caminar así que la solté y en cambio me agarré del cochecito de mi hermanita.

—Por supuesto que sos especial, bebé —dijo acariciando mi oscuro cabello——. Pero a lo que me refiero que Dylan irá a una escuela para nenes que son un poco... diferentes. ¿Te acordás cuando te dijimos que Dylan es un nene delicado?

—Sí —contesté y me quedé pensativo un momento—. ¿Él tiene que ir con otros chicos delicados? ¿De esos que ven el mundo distinto?

—Exacto, bebé —dijo con una sonrisa—. Dylan necesita ir a una escuela con seños* que entiendan el mundo como él lo hace y le enseñen a verlo como nosotros lo hacemos. (*Maestras.)

—Y que sean delicadas con él.

—Y que sean delicadas con él, por supuesto —repitió ella con una sonrisa tierna.

—Quisiera poder ver el mundo como Dyl lo hace.

—Ya lo harás. Dylan te enseñará su mundo y vos el tuyo, de eso se trata ser amigos.