24 - Dylan

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Junio del 2014


—Todavía no entiendo qué le ven de maravilloso a eso —comentó Jos.

—¿A qué te referís? —preguntó Mateo llevándose un puñado de palomitas de maíz a la boca.

Los tres estábamos tirados en los sillones de mi sala, cumpliendo la tarea del grupo de apoyo: ver una película. No parecía una tarea muy seria, pero el fin, según nuestra coordinadora, una joven y entusiasta psicóloga, era hacernos interactuar en situaciones normales para cualquier adolescente; en este caso, ver una película cómica y atiborrarnos de comida chatarra.

—Al beso —respondió haciendo una mueca de asco—. Es que no entiendo por qué todo el mundo hace tanto escándalo por los besos en la boca. Si tu mamá te besa en la cabeza o alguien te saluda con un beso en la mejilla no pasa nada, pero si se trata de los labios todos pierden la cabeza —agregó imitando al Guasón y haciéndonos reír—. A mí me parece algo asqueroso eso de dejar que alguien meta su lengua en tu boca.

—No sé, parece que al besar a una persona se liberan un montón de químicos en el cerebro parecidos a los que producen las drogas —respondió Mateo—. Es como una forma legal de drogarse.

—No lo sé... Creo que es más que eso —dijo Josefina mirando atentamente la pantalla—. Pero como yo nunca besé a nadie en la boca no tengo idea.

—Yo tampoco di mi primer beso —agregó Mateo, un poco desanimado—. ¿Y vos Dylan? ¿Besaste en la boca a alguien alguna vez?

Hasta ese entonces había fingido que estaba demasiado absorto en la película, pero sabía que no podría escapar de la curiosidad de mis amigos.

—Ehh... Si —admití de un largo silencio.

—¿En serio? —exclamaron los dos a la vez.

—¿Por qué les mentiría?

—Es que es algo sorpresivo teniendo en cuenta de que se trata de vos —dijo Jos.

—Entonces, ¿cómo fue? —preguntó Mateo.

—Raro —respondí—. Pero raro bueno... creo.

En realidad no podía decir mucho sobre eso, éramos pequeños y torpes. Pero aunque no sabía cómo describir aquella sensación, nunca podría olvidar el roce de los labios de Bas sobre los míos.

Dylan & BastianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora