Dylan & Bastian

72 - Dylan

Noviembre del 2014

—Bas —respiré contra su boca—. Bas...

Él volvió a besarme con más determinación, con más deseo. Su cuerpo me presionaba contra mi cama y sus manos sostenían con fuerza mis mejillas. Y yo no podía respirar.

De un movimiento rodé sobre él hasta estar a ahorcada suyo, mis rodillas a cada lado de sus caderas, y pude romper el beso. En la oscuridad de mi habitación sus ojos brillaban con lujuria, sus iris azules habían desaparecido tras sus pupilas. Tenía el cabello revuelto y las mejillas rojas. Era malditamente hermoso.

—Te amo tanto —dije y volví a atacarlo a besos. Al principio fueron cortos y juguetones. Pero entonces se volvieron más profundos y hambrientos. Y nuestras manos más inquisitivas.

Bastian enterró sus dedos en mi cabello y tiró de él para cortar el beso e ir por mi cuello. Pequeñas fogatas brotaron donde él me besaba. Antes de darme cuenta mis manos se deslizaron por debajo de su remera y exploraron su espalda desnuda. Bas se retorció cuando acaricié sus caderas, él siempre había sido muy cosquilloso.

Pero entonces volvió a besarme con más fuerza e incluso se vengó quitándome mi remera y recorriendo mi pecho con su mirada. Al fin pude entender a qué se referían cuando decían "me comió con los ojos".

—Sos tan hermoso, Dyl —me robó mis palabras con su voz ronca a causa de los besos, y sus dedos comenzaron a recorrer mi pecho como si estuviera tocando el piano. Pude reconocer algunas. La. Mo. Do. Sol—. Sos arte.

Entrelacé mis dedos con los suyos y llevé su mano sobre la almohada. Un momento después él también se había desecho de su remera y besé cada lunar que encontraba, explorando las constelaciones dibujadas en su piel.