Noviembre del 2014
Los días corrieron a una velocidad vertiginosa. Las clases habían terminado y con ellas mi trayecto por la secundaria. Sólo fui a la ceremonia de colación por mis padres y me despedí de mis compañeros, pero no de mis amigos. Sabía que Flor, Lio y yo seguiríamos en contacto; un adiós no estaba en nuestros planes. Mi madre y yo recorrimos toda la ciudad juntando los papeles y documentos necesarios para la beca y mi posible viaje a Estados Unidos. Ya estaba todo listo
Porque antes de que fuera consciente el concierto de audición estaba a la vuelta de la esquina.
Tan sólo me quedaban unas semanas y la sala de mi casa era un desastre de partituras por todos lados. Llena de melodías tachoneadas y arrugadas. Pero la pieza que debía componer se encontraba en mis manos. Terminada. Era simple pero delicada. Cálida. Era como un rayo de sol entrando por la ventana. Como unos suaves rizos castaños. Como una promesa hecha con el dedo chiquito. Era perfecta como él.
—¿Bas? —dijo una voz desde el balcón y un momento después la cabeza de Dylan asomó por la puerta.
—Ho-hola —sonreí, escondiendo las partituras detrás de mí aunque él no podía entenderlas—. Ya llegaste.
—Sí, hoy salimos un poco antes del encuentro del grupo —respondió mirando con curiosidad todas las partituras en el suelo—. A parecer hay un no-sé-qué partido de futbol importante esta noche y los chicos le pidieron salir antes.
—Es un superclásico, Dylan. Es muy importante —dije intentando sonar casual. Su llegada me había sorprendido. No podía dejar que él escuchase mi composición. Aún no.
—Lo que sea —contestó encogiéndose de hombros—. ¿Vos querías hablar conmigo?
—Sí —respondí apresuradamente—. Dyl, hay algo muy importante que debo pedirte.
—Lo que sea —sonrió.
—Quizás sea bastante difícil para vos. Pero necesito que lo hagas, por favor —agregué tímidamente.
Él se acercó y colocó su mano sobre mi cabeza.
—Solo decime qué es —dijo—. Voy a poner todo de mí para poder hacerlo.
—Quiero que vayas a verme tocar el día de la audición. Te necesito allí —dije al fin, casi rogando, y luego comencé a habar demasiado rápido—. L-las audiciones para los músicos se harán en un concierto abierto al público así que no habrá problema en que vayas a verme y yo...
Dylan me silenció con un beso.
—Ahí voy a estar —dijo con seriedad.
¿Qué? ¿Pensaron que les iba a dar hard? Lo siento, pero esta historia es para todo público así que no puedo agregarle más zukulencia y además soy pésima escribiendo escenas hot. Así que dejo a la imaginación de cada uno lo que pudo haber pasado en el capítulo anterior... porque ni yo sé.
MOMENTO SPAM: Si quieren leer cochinadas, les recomiendo Mercucio amó a Teobaldo, mi retelling de Romeo y Julieta +18. 7u7
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Dylan & Bastian
Teen FictionTodo comenzó cuando Bastian le lanzó una lata en la cabeza a su nuevo vecino, Dylan, y desde entonces no se han separado, a pesar de que son algo diferentes... Bastian es un alma libre. Dylan es agorafóbico. Para Bas la música lo es todo y a veces s...