Diciembre del 2004
Mi papa me había dicho que no piense mucho en eso, pero yo no pude hacerlo.
Por mucho tiempo había pensado eso de los besos. Realmente me daba mucha curiosidad sabe qué se sentía un beso. Y con la llegada de la navidad, las películas y caricaturas se llenaban de besos bajo muérdagos, incrementando mi curiosidad.
En esos meses empecé a darles muchos besos en la mejilla a mamá, papá, Kat y hasta le daba besitos en el pico a Pepi. Pero esos besos no se sentía diferente a los de siempre.
Quizás no funcionan con la familia.
Cuando dos personas se aman se besan, había dicho papá.
Amor, amor... Yo amaba a mi familia pero parecía que tenía que ser otro tipo de amor para que el beso sea especial.
¿A quién más amo? me pregunté.
Entonces la respuesta llegó por sí sola.
En la víspera de navidad le dije a Dylan para ir a la terraza.
Por alguna razón estaba increíblemente nervioso, pero aun así le pedí que cerrara los ojos y me paré frente a él. Entonces noté que Dyl había pegado un estironazo y crecido varios centímetros más que yo, así que tendría que pararme de puntitas.
—¿Por qué tengo que cerrar los ojos?
—Es una sorpresa —respondí—. Es mi regalo de navidad.
—¿Y por qué soy yo el que tiene que cerrar los ojos?
—Hacés demasiadas preguntas, sólo quedate callado y quietito un segundo.
Me estiré sobre las puntas de mis pies y cerré mis ojos con fuerza.
Entonces lo hice.
Apoyé mis labios en los suyos.
Dylan pegó un respingo pero no se separó.
Quedamos así lo que pareció una eternidad, con solo nuestros labios tocándose mientras una galaxia se creaba dentro de nosotros.
¡Hola a todos! En especial a los nuevos lectores que han llegado de a montones y con muchos comentarios bonitos. Desde ya pido perdón si no puedo responderles a todos o lo hago algo tarde. Espero que estén disfrutando de las aventuras de este par de adorables tontos.
Les agradezco de todo corazón su apoyo a esta historia. ¡Muchas, muchísimas gracias a todos!
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Dylan & Bastian
Teen FictionTodo comenzó cuando Bastian le lanzó una lata en la cabeza a su nuevo vecino, Dylan, y desde entonces no se han separado, a pesar de que son algo diferentes... Bastian es un alma libre. Dylan es agorafóbico. Para Bas la música lo es todo y a veces s...