Dylan & Bastian

13 - Bastian

Febrero del 2002

—A ver... ¿cuál es tu color favorito? —le pregunté.

Era una mañana soleada y calurosa de vacaciones y no teníamos nada que hacer más que sentarnos en nuestros balcones y hablar. Habíamos estado hablando a través del teléfono de latas por una semana, pero Dylan seguía siendo muy tímido y tenía que prestar mucha atención cuando hablaba con esa voz bajita que tenía. Pero al menos ahora me hablaba y ya no me miraba con odio. Ahora era mi amigo.

—El gris —respondió casi metiendo la cara dentro de la lata.

—¿El gris? ¿Pero si ese es un color muy triste?

—Me gusta el color del cielo cuando está gris.

—¿Cuándo llueve?

—Si.

Dylan era un nene raro, pero era muy simpático y me sentía cómo estando con él

—Así que te gusta la lluvia —murmuré—. Yo prefiero los días soleados como este. Cuando llueve no se puede salir a jugar. Hay que quedar siempre adentro porque si no se moja.

—A mí me gusta quedarme en casa —dijo muy bajito mirando la lata entre sus manos—. Además yo no puedo salir.

—¿Eh? ¿Por qué?

—Porque me da miedo.

—¿Miedo de qué? —pregunté, pero Dylan sólo se encogió de hombros—. A mí me dan miedo los lugares altos.

—¿En serio? —Esa fue la primera vez que Dylan me miró directo a los ojos y sus ojos celestes se veían grandes para su pequeño rostro.

—Sí. Pero ¿sabés? Mi hermano decías que hasta los superhéroes tienen miedo a veces, pero pelear contra ellos es lo que los convierte en héroes.