Capítulo 10: Blanco y azul.

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Quizá no todos entenderán la participación de Gav a estas alturas, pero como les dije, la trama va a cambiar un poco💙

Quizá no todos entenderán la participación de Gav a estas alturas, pero como les dije, la trama va a cambiar un poco💙

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Gav

Había pasado años observando a Sasha Kozlov.

¿Por qué lo eligió a él?

La pregunta constante que me formulaba todos los días desde que supe la verdad.

Sasha no era su hijo, pero Sergey le dio todo como si lo fuera, mientras que a mi hermana y a mí nos desechó como si no lleváramos su sangre. Fuimos basura sin valor alguno. Y lo peor del caso para Sergey y para nosotros, era que Alexandra y yo nos parecíamos mucho a él en todos los sentidos, lo único que heredamos de nuestra madre, fue el cabello rubio.

Definitivamente Sasha podría pasar por mi hermano, con el mismo color de pelo y el mismo potente azul de nuestros ojos, tan similar al de mi otra hermana: Erin.

Era conocedor de la pelirroja a la que Sergey desechó de la misma manera que lo hizo con nosotros, sin embargo, ella le servía y por ese motivo la protegía dentro de una mansión, custodiada por un hijo de puta que se pregonaba como su padre; quizá para Erin hubiese sido mejor hacernos compañía en las calles, pero no, a ella no la alejó, pero sí mató a su madre, tal y como hizo con la mía.

Sabía todo, todos los escabrosos detalles de la vida de Sergey Kozlov. Durante toda mi infancia crecí toda mi infancia con un odio infinito hacia su persona y la determinación de destruir todo lo que le importaba; estuve en las sombras, sobreviviendo, haciéndome fuerte, preparándome para cumplir la promesa que le hice a él y a mi madre.

Ahora me hallaba un paso más cerca de comenzar mi venganza. Haría que Sergey observara como acababa con su bien más preciado: Sasha. Ese bastardo vivía mi vida, lideraba un imperio que debió ser mío y que me encargaría de tomar solo para hacerlo cenizas frente a los ojos de Sergey. Mientras yo existiera, ningún Kozlov conocería la paz.

—Es ella —dijo Alexandra a mi lado.

Nos hallábamos en un centro comercial de Nueva York, ella insistió en conocer a Erin, realmente no entendía por qué, pero había cosas en la cabeza de mi hermana que no se encontraban bien, natural que fuera así después de toda la mierda que pasamos. Ver cómo le cortaban la garganta a nuestra madre solo fue el inicio de los traumas.

—No tiene nada de especial —mascullé. Siendo franco, no la estudié a profundidad, solo a través de las fotos, mi prioridad siempre había sido Sasha, Erin no me generaba la más mínima inquietud, hasta ahora.

—Debe tener algo, Sasha está interesado en ella.

Bien, en eso tenía razón. Nuestro hermano puso una vigía sobre Erin, alguien seguía sus pasos, todos ellos, al mismo tiempo que yo seguía los de ambos. Estaba enterado sobres los planes de Erin, en como se fugaría antes de contraer matrimonio y también de que Sasha lo sabía y no dijo una sola palabra.

Perverso ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora