Tonta Venganza

CAPITULO 7

Alonso.

Sam estaba acostada a mi lado durmiendo plácidamente. Se veía tan linda, tan frágil. Yo desperté y ya no pude volver a dormir. De nuevo la misma pesadilla. Además de...

Flashback.

Mientras Sam se vestía luego de ducharnos la puerta sonó. Sequé bien mi cabello y fui a abrir. Al hacerlo no había nadie. Inmediatamente pensé que había sido algún niño jugando hasta que mire hacia el suelo. Había un sobre naranja ahí. Lo tome y le dije a uno de los trabajadores que iba pasando.

-Oye, ¿viste quién dejo esto aquí?

-No, joven.

Asentí y entre a la casa con el sobre. Me senté en el sofá y saque lo que había dentro. Lo que vi le dejo helado. Eran fotos de mí y de Sam de minutos antes. Alguien nos estaba viendo. De entre las fotos cayó una nota.

-Se ven muy bien juntos. Disfrutenlo mientras pueden. No durara mucho. Que mierda.

-Alonso...

Fin del flashback.

-Necesito relajarme. Eso no fue... Claro que fue algo, nos estaban espiando.

El timbre volvió a sonar haciendo que Sam abriera los ojos de a poco.

-¿Qué hora es?

-No lo sé-me levante-, quizá las 2 de la tarde. Iré a ver quién es.

Salí de la habitación y baje a la planta baja. Abrí la puerta y me tope con la sonrisa de Aranza.

-¿Aranza? ¿Qué estas haciendo aquí?

-Como no fuiste a la escuela decidí traerte la tarea personalmente. Estamos en finales ¿sabes?-entró y se sentó en el sofá-.

-Gracias, Aranza pero... Verás que no estoy solo.

-¿Qué haces aquí, Aranza?-bajo rápidamente y yo corrí a detenerla, no fuera a ser que la golpeara.

-Calma.

-Solo vine a dejarle unos apuntes a Alonso, relajate. Bueno, Alon, te veo luego.

-No, no se verán luego. Alejate de él.

-Eso solo lo puede decidir él, además solo somos amigos, como lo eran antes-ella sonrió maliciosamente, esto acabara mal-.

-Eres una...

-Calmate, yo no me meteré entre ustedes solo porque sé lo que se siente, no porque no quiera. Adiós.

Se dio media vuelta y salio de mi casa. Sam volteo a verme con el ceño fruncido, genial, estaba molesta.

-Llevame a mi casa-fue hacia las escaleras.

-Sam-la seguí-. Sam.

-Ya dije, llevame a mi casa.

-No puedo creer que te pongas así solo porque vino a...

-¡Me importa un carajo a que vino, llevame a mi casa!-vi que tomo sus cosas y se dirigió a la puerta, tome su brazo e hice que se regresara.

-Deja de actuar como una niña tonta.

-Sueltame, ¡Que me sueltes, Villalpando!-empezó a forcejear.

-¡Calmate, dime que no te pones así por miedo a que vuelva con ella!

-¡¡Pues si quieres volver con ella, hazlo!!-golpeo mi brazo para que la soltara pero no lo hice.

-¡Sam, basta!-la tome con los brazos hacia atrás de su espalda y atrape sus labios. Siguió forcejeando por unos segundos y luego se calmo-. Nunca voy a dejarte...

-Te escuche decir el nombre de Jos entre sueños, ¿todo bien en ese tema?

-Ve esto-saque las fotos que me llegaron hoy-. Son de hace unas horas.

Sus ojos se abrieron de par en par. Estaba tan sorprendida como yo.

-Alguien...

-Calma-bese su frente-, no sé que clase de broma sea ni quien la este haciendo, pero lo averiguaré.

-Alonso... Quiero que olvides todo esto... A Jos, su muerte, estas cosas-lanzo las fotos al suelo-, solo olvida.

-No puedo, Sam... El remordimiento de consciencia no me deja en paz.

-Yo voy a ayudarte, somos novios por algo, para apoyarnos y eso voy a hacer. El fantasma de Jos no nos va a atormentar más pero necesitó que pongas de tu parte.

-Lo haré, hermosa-bese sus labios-. Te amo.

-Vamos a comer algo, muero de hambre.

-Bueno, la pizza sigue completa en su caja, ¿vamos?

-Esta bien.

Me beso cortamente y corrió por enfrente de mí hacia la planta baja.