Tonta Venganza

CAPÍTULO FINAL, PARTE 2

La habitación estaba vacía. Loa sonidos de los aparatos habían dejado de escucharse hace apenas unos minutos. Alonso y los demás esperaban afuera el acta de defunción y el permiso para llevarse el cuerpo de Sam.

Las enfermeras rondaban alrededor de la habitación, limpiando a Sam, preparándola para que le dieran un buen entierro. Limpiaban su cuerpo con gasas y algodón, la habían cambiado, colocándole un vestido blanco realmente hermoso y acomodándole el cabello.

-Pobre chica.

-Pobre del padre, se quedo solo con la niña.

-Sí, aun así, se ve que ha hecho bien en criarla, para haber estado solo cinco añ... ¿Viste eso?

-¿Qué cosa?

-Sus dedos, los movió.

-Serán algunos reflejos que quedan alojados. La mayoría de los cuerpos lo hace.

-Ajam... ¿y también... Respiran?

-¿Cómo?

Ambas quedaron viendo el cuerpo de Sam con detenimiento, su pecho subía y bajaba de manera lenta.

-No puede ser. Llama al doctor.

Ella obedeció y corrió en busca del doctor, mientras la otra enfermera tomaba el pulso en su muñeca. Lo tenia.

-¿Qué ocurre?

-Es... Ella... Esta viva.

-No puede ser-se acercó con el estetoscopio puesto y lo puso en su pecho-... Es increíble. Está viva.

Los tres se quedaron en shock, totalmente impactados. De repente, dieron un respingo al oír como Sam jalaba aire de manera brusca al momento que abría sus ojos. Los dirigió hacia las tres personas que le veían sorprendidos.

-A... A... Al...

-Señorita, ¿me oye? ¿recuerda su nombre?

-¿M-mi nombre...? Sam-manta... Mont-gomery.

-Increíble...

-Iré por en señor Villalpando-dijo una de ellas saliendo de la habitación. El doctor continuo revisando a Sam.

En la sala Alonso tenia a Irina dormida en sus brazos, era tarde para que ella siguiera despierta así que la arrullo para que descansara.

-¡Señor Villalpando!-llegó gritando la enfermera.

-Shh... ¿Qué ocurre?-dijo fastidiado y cansado.

-Su mujer...-la miró con los ojos bien abiertos-. Ella esta viva.

-¿Qué?-se levantó, dándole su hija a Jos-. No juegue conmigo.

-No es juego, señor, se lo juro. Despertó. Es un milagro.

Entró en razón y corrió hacia la habitación donde la tenían. Cuando llegó el médico le genia puesta una mascarilla de oxígeno mientras checaba su pulso. A paso lento se acercó hasta poder ver su rostro, tenia sus ojos cerrados pero lograba ver el vapor de agua que empañaba el interior de la mascarilla. Estaba viva.

-Sam...

Ella giro su rostro hacia él, con ojos medio abiertos como si se fueran a cerrar y ni abrir en cualquier momento. Él se acercó, casi quitando al doctor de ahí y tomó la mano de Sam, quien reaccionó apretándola débilmente.

-Sam... Sam estas...

-¿Qué paso?-pregunto confundida.

-Dios... Eh... No puedo creerlo, después de tantos años.

-sonrió-. Alonso...-se levantó un poco para abrazarle

-¡Papá!-dijo Irina desde la puerta, detrás estaba Jos. Sus ojos se iluminaron al ver a su madre sentada en aquella camilla, abrazada a su padre.

-¿Ella...?

-Han pasado cinco años, Sam...

-¿Ella es...?

-¿Mami?

Sam cubrió su boca recostándose lentamente, no podía creerlo, cinco años habían pasado, había perdido los cinco primeros años de su hija por una estupidez que cometió. Una imprudencia.

-¿En serio eres mi mamá?-dijo la niña ya mas cerca de la camilla. Sam se giro sin descubrir su boca y asintió. Alonso la subió colocándola entre ambos, Irina le miró detenidamente, acaricio su rostro limpiándolo de todas las lágrimas que habían salido y luego le abrazo quebrando en llanto también.

-¡Mamita!-se separo y unió a Alonso en el abrazo-. ¡Papi! Está viva. ¡Viva!

-Hola Sam-dijo Jos viendo desde la puerta la hermosa escena-. ¿Ves que si se puede volver de la muerte?

-ella río-. Me da gusto verte... ¿Logan?

-Afuera... -levantó la mano mostrando el anillo de matrimonio que llevaba.

-Felicidades.

-No... Felicidades a ustedes, son una hermosa familia.

-Gracias...

Se separó de Irina y repartió besos por todo su rostro haciéndola reír y volviendo a abrazarla. Alonso estaba en medio de un shock, no sabia si aquello era un sueño, y si lo era se aseguraría de no despertar jamás.

***

Caminando descalzo sobre la arena, el sol daba sus últimos rayos de luz haciendo resaltar su pelirrojo cabello. Viendo el enorme océano frente a él, deteniéndose un momento a pensar en todo lo que paso para llegar ahí, podría decir que valió la pena todo aquello, tenia a su bella esposa, a su hermosa hija, y otro en camino, no podría estar más conforme con su vida.

Sentía la brisa fresca de la puesta del sol, cerrando sus ojos ante ella, dejando que llevase de sus hombros toda la carga que tuvo que llevar por tantos años antes de ser feliz definitivamente.

-¡Papá!-abrió los ojos y miro a su hija corriendo con dificultad hacia él-. Ven, el tío Jos y el tío Logan llegaron con un bebé.

-¿Cómo?

-¡Dijo Jos que por fin les dejaron adoptar uno, vamos!

Ella corrió nuevamente hacia la casa que habían comprado, cerca de la playa donde siempre Sam había soñado. Lo que faltaba para ser infinitamente feliz estaba completo, ver a su mejor amigo disfrutando la dicha de ser padre al fin.

-¡¡Papá!!

-¡Ya voy!-dijo riendo dirigiéndose al fin hacia la casa. Desde lejos podía ver a Sam con un notorio embarazo de 5 meses, Logan sosteniendo un bebé pequeño y Jos sonriendo.

Por algo dicen que los sueños... Si se cumplen.

*

Buen, este el fin ¡Por fin!
No se vayan aun, subiré un «EXTRA» antes de que me lo pidan, porque sé que lo pedirán, de.... La boda de Jos y Logan, que no tuve tiempo (ni inspiración) de escribirla. Así que atent@s.