CAPITULO 14

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Sam.

Desperté a las siete de la mañana y solo colocándome una sudadera salí de casa hacia el hospital, así fuera caminando, iría a verlo.

No sé como voy a reaccionar a esto. No sé si seré lo suficientemente fuerte para ver a Alonso postrado en una cama. Quizá Bryan y Fatima tenían razón y no estoy preparada para algo tan fuerte. Pero bueno, Vanessa me dijo que todo estaba bien, la llame por la mañana.

-Joder, caminando nunca voy a llegar-busque en mi bolsa dinero y nada-. ¿En serio?

Di la vuelta para volver a casa por dinero pero... Si lo hago Fati es capaz de ya no dejarme salir. Bufé y seguí caminando en dirección al hospital.

El sonido de un motor me hizo girar la mirada hacia la carretera. Bryan.

-¿Qué pasa contigo?

-¿De qué hablas?

-Te dijimos que iríamos los tres.

-No me voy a esperar hasta que a Fatima le dé la gana levantarse.

-Pero podías haber esperado...

-Bryan, quiero ver a Alonso, no puedo esperar más.

-Okey, te llevo, sube-se coloco el casco y yo me subí detrás de él sujetándome de su cintura. Arranco a toda velocidad y en 15 minutos ya estábamos en la puerta del hospital. Mi cabello estaba todo alborotado cuando me baje.

-No sé como tu cabello sigue luciendo hermoso luego de andar en esta cosa.

-Ironías de la vida. Espero que te dejen verlo.

-Yo igual. Bueno gracias.

Solo sonrió y se retiro por donde llegamos. Supongo que iría por Fatima. Mire el edificio de color blanco frente a mi. Las puertas de cristal abiertas dejando ver a doctores adentro ir de un lado a otro. Tome una enorme bocanada de aire y entre. Me dirigí hacia la recepción para pedir información. Trate de no llorar al ver gente ahí esperando alguna respuesta de sus internos.

-Di-Disculpe... ¿Alonso Villalpando?-por más que intente que mi voz no se cortara no fue posible.

-Claro-comenzó a buscar en la computadora-. Oh-su rostro empalideció-, ¿es el chico que tuvo un accidente ayer en la autopista?

-Sí... ¿C-como esta?

-No tengo registro alguno de su estado, solo el trabajador social que esta atendiendo el caso puede decirte algo... Solo sé que el joven esta en terapia intensiva y solo familiares pueden tener acceso a él.

-asentí-. Entiendo...

-Puedes ir al segundo piso que es donde está pero no podrás verlo.

-De acuerdo, gracias.

Sin querer y sin darme cuenta mi rostro estaba empapado en lágrimas. Me aleje de la recepción y subí al elevador para ir al segundo piso.

Recargue mi espalda contra uno de los muros y trate de tranquilizarme, no era bueno llegar a darle fuerza a los padres de Alonso cuando yo estoy mas débil que ellos.

Baje del elevador y camine hacia la sala de espera. Mire a Vanessa sentada en el piso con Braulio en brazos y Diego recargado en su hombro. Los tres dormidos. La madre de Alonso estaba cerca de un ventanal que decía terapia intensiva. Me acerque a ella y puse mi mano en su hombro.

-Samanta-me abrazo y sollozo en mi hombro, apreté los labios para no llorar.

-¿Cómo está?

-No nos dicen nada... Sólo dijeron que estaba en coma, estable pero, con pocas posibilidades de despertar.

-Dios...

-Querida... Llora, no tienes que fingir ser fuerte delante de mí.

Y ahí fue donde me quebré. La abrace con fuerza pero no para reconfortarla a ella sino para no caer al suelo. Las piernas me fallaban, sentía que en cualquier momento me desmayaría.

-Sam-me aleje y vi al pequeño Braulio acercarse a mi-. ¿Ya despertó mi hermano?

Dios, su voz me rompe el corazón, cómo explicarle a un niño que su hermano puede que no despierte. Me arrodille a su altura y lo abrace.

-Tranquilo, él va a despertar ¿okey? Mucho antes de lo que imaginas. Ya lo verás.

-No llores-limpio mis mejillas-, no te ves bonita así.

-Vale...-bese su frente y lo volví a abrazar.

***

Braulio y Alonso en multimedia. 😍

Tonta Venganza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora