CAPITULO 34

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Logan.

La habitación se sentía tan... Sola, el silencio la inundaba y... La oscuridad. ¿Por qué me pasa esto a mí? No logro comprenderlo. ¿Qué he hecho para merecerlo?

Escuche la puerta abrirse, ¿podrá ser él de nuevo?

-Jos...

-No... No soy Jos.

-¿Qué haces aquí? Vete.

-A mi no me vas a convencer con lágrimas, hermanito... Jos es débil, yo no.

-No digas su nombre...

-Vaya, a pesar de haberlo mandado al demonio hoy sigues defendiéndolo.

-Creo que no es necesario decirte que... Lo amo.

-No era necesario pero ya lo dijiste-sentí su mano en mi frente despeinándolo mi cabello-, el doctor dijo que hoy mismo podías volver a casa.

-No hay una casa a la cual regresar.

-Puedes volver a vivir conmigo... Luego mandare por tus cosas al departamento de Jos.

-Yo... Por un momento pensé en hablar con él de nuevo, creo que tome una decisión... Precipitada.

-No, te sorprenderías. En cuanto salio de aquí se fue muy contento con Alonso y Sam.

-¿Qué?

-Parecía haberse quitado un peso de encima.

-Buen intento... Ya no creeré nada de lo que digas Larissa, ya me di cuenta de la mujer que eres.

-¿A sí? ¿Y qué tipo de mujer soy?

-De las mentirosas. De las que tienen que mentir y engañar para conseguir lo que quieren.

-Aush.

-Ahora desaparece-me abrace las piernas contra el pecho-, no te quiero cerca.

-Pues lo siento mucho hermanito... Soy la única que tienes ahora. Alejaste a Jos, Alonso y Sam están muy ocupados con ellos mismos que no podrían cuidarte... Quién mas que yo para ayudarte.

-Claro que me ayudaras... Pero a saltar de un acantilado.

-Logan...-tomo mi mano-. Sé que todo lo que te esta pasando fue por culpa mía... Jos no dejaba de gritarmelo, pero a pesar de todo esto yo... Joder, soy tu hermana... Y te quiero.

-Bien, bien-era el doctor-, Logan, luego de hacerte varios estudios y tenerte en observación, puedes irte-lo sentí desconectando aparatos a mi alrededor y de mí-... Los estudios sobre tu pérdida de la vista te serán entregados en dos o tres días.

-Pero es obvio que no la recuperaré.

-Bueno... Sí, pero podemos ponerte en espera de un trasplante.

-No... No me interesa.

-Okey-termino de quitarme las agujas en mi brazo-, los dejo para que se preparen-seguido de esto, escuche la puerta cerrarse.

-Ven, te ayudare a cambiarte.

-¿Un trasplante? ¿Quién querría donarme sus ojos?

-Te sorprendería hermanito. Oye, adivina con quién hable anoche.

-¿Con quién?

-Con Danielle.

-¿Dani?

-Sí, le dije lo que te paso e inmediatamente tomo un vuelo desde Boston, lo más probable es que ya este llegando al aeropuerto.

Tonta Venganza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora