CAPITULO 24

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Jos.

Salí a tomar aire a la azotea. Nadie venia por aquí, era el punto de reunión de la salida de emergencias. Me senté en el suelo y saque un cigarro. Lo encendí y di una calada. Miré el cielo. Nubes de color gris lo inundaban. Genial.

-¿Qué te pasa Jos? Deberías estar feliz porque Alonso despertó... Estoy feliz-me conteste a mi mismo-, claro que lo estoy pero... Sam tiene razón, las cosas entre él y yo no están bien... Lo mas probable es que este odiándome.

Di una calada más al cigarro, mantuve el humo y lo deje salir por mi boca y mi nariz. Recuerdo la primera vez que fume. Alonso me obligo, prácticamente.

Flashback.

-Vamos, Canela, no seas niña.

-No lo soy-me queje como niño haciendo un berrinche-, sabes que esa mierda me molesta.

-Claro-dio una larga calada al cigarro en su mano casi acabando con él-, ya sé, si lo haces te doy... 100 dolares

-Tú y tu obsesión por fumar. No voy a hacerlo.

-¿200...?-dijo sacando la billetera.

-Alonso...

-200 dólares y una cita con la chica que tu quieras.

-¿Qué?

-Ya lo estas considerando...

-No, no quiero tu dinero.

-¿Lo harás sin pago o solo por la chica?

-A veces eres tan irritante-dije rodeando los ojos. Voltee a verlo y estaba sacando otro cigarro de la caja. Lo encendió y lo tendió hacia mí. Mire el cigarro y luego a él. Tenia una mirada de niño bueno que nadie podía negarse a ella.

-Anda-movió el cigarro de lado a lado dejando un camino de humo frente a mi-, hazlo, por mí.

Eleve la vista chocando con la suya. Sus ojos azules brillaban y se confundían con el color verde, nunca he sabido el color de estos, parecen una mezcla extraña.

Tome el cigarro de su mano y lo observe por unos segundos. Lo mire y él solo estaba sonriendo de esa manera que es solo suya. Mordiendo su labio con sus dientes.

-Te odio-lleve el cigarro a mis labios y di una pequeña calada, el humo rozo mi garganta dejando un sabor horrible, comencé a toser inmediatamente. La risa de Alonso no se hizo esperar. Maldito.

-Despacio Canela, no quieras acabarte el mundo-prendio otro cigarro-, veme-puso el cigarro entre sus labios y fumo lentamente, lo mantuvo unos segundos y lo dejo salir-. Intentalo.

Imite su acción. Esta vez no sentí que me ahogaba. A decir verdad, ni asco sentí.

-¿Lo ves?-me miraba sonriendo mientras sostenía su cigarro entre sus dedos.

Fin del flashback.

Reí ante ese recuerdo. La verdad, si extrañaba el tiempo a su lado. Haciendo tonterías, jugueteando, insultándonos, discutiendo hasta él punto de no hablarnos mas de cinco minutos.

-No me interesa lo que Sam diga, tengo que hablar con Alonso... Quiero verlo.

Apague el cigarro contra el suelo y camine de nuevo hacia la cuarta planta. Anoche trasladaron a Alonso a una habitación. Camine por el pasillo de las habitaciones hasta dar con la suya. 174 A. Una enfermera iba saliendo de ahí.

-Ah, d-disculpe... ¿Esta despierto?

-Si, joven, acabo de dejarle su desayuno pero no lo veo con intenciones de comerlo.

-No se preocupe, yo me encargo.

-Gracias... No tengo que recordarle las normas de cuidado.

-Nada de emociones fuertes.

Sonrió asintiendo para luego irse hacia el elevador. Tome aire. Estaba nervioso, mis manos sudaban. No sabia su reacción. Nada de emociones fuertes. ¿Y si yo soy una emoción fuerte para él?

Me gire para retirarme pero me detuve.

-No seas cobarde...

Toque dos veces la puerta con mi puño antes de abrir. Me asome lentamente y lo mire ahí, recostado en la camilla con la mirada perdida en algún punto de la habitación.

-Ho-hola...

Su cabeza giro súbitamente hacia mí. Sus ojos se achicaron al verme ahí de pie. No sabia que hacer. Entro. Me disculpo y me voy... Joder, nunca había estado tan nervioso tratándose de él.

-¿Pu-puedo pasar?-di un paso más.

-Supongo que entraras aunque yo no quiera-dijo de una forma tan seca que sentí que algo dentro de mi se rompía.

-La verdad no... No te obligare a oírme.

-Ya, dime ¿qué quieres?

Camine hacia su cama mientras jugueteaba con mis dedos. Tenia la mirada puesta en el suelo y así continúe cuando llegue a su lado. Eleve solo la vista y note que me miraba de arriba abajo con el ceño fruncido.

-¿Y bien?

-Quería disculparme... Por todo lo que te he hecho pasar, y si el accidente también fue mi culpa yo...

-No, eso fue culpa mía, por dejar que alguien como tú entrara en mi vida.

Si se pudiera, podría haber escuchado como mi corazón se rompía al escucharlo hablar de tal manera. En parte esto es mi culpa pero, bueno, no tiene que decírmelo.

-Y-yo... Yo no quería lastimarte.

-Lo hiciste... Más de lo que imagine, te obsesionaste con Samanta hasta el punto de fingir tu muerte para hacernos sentir culpables, para vengarte... ¿Qué clase de persona hace algo así?

-Una persona equivocada... Confundida.

No dijo nada. Seguía viéndome como con desdén. Merezco que me odies, Alonso.

-Creía que lo que sentía era amor por Sam pero... No.

-¿Eh?

-Quería creer que a quien quería era a ella, no quería aceptar que en realidad lo que quería era separarlos porque... Porque a quien en verdad quiero es a ti.

Su boca se abrió en forma de sorpresa. Quizá no era el mejor momento para decirle esto.

-¿Q-Qué...?

-di un paso atrás, de otra manera no creo que pueda contenerme-. No fue mi intención.

-Jos, vete...

-Alon....

-Luego hablaremos de esto... Quiero descansar.

-¿Te pido una cosa?-me miro sin expresión alguna-. Come, no quiero que te enfermes y esto empeore.

Me di media vuelta y salí de ahí. Cerré la puerta recargando mi espalda en ella, soltando el aire, había estado aguantando la respiración por un momento. Joder, se lo dije... ¿en qué estaba pensando?

***

Holaaaaa!!!!! No que pasa conmigo, a pesar que no me gusta emparejar a los famosos lo estoy haciendo 😱 necesito dejar de ver yaoi 😂

Aquí esta el capitulo de hoy, disfrutenlo y denle mucho amor.

Las quiero.

Tonta Venganza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora