Tonta Venganza

CAPITULO 33

Jos.

Desperté en una habitación desconocida. Era color café con pintura cayendose de algunas partes. Tenia una televisión de esas antiguas. Las sabanas eran blancas percudidas. Me enderece y sentí que alguien tenia mi brazo aprisionado. Mire hacia mi derecha y mire a una chica de cabello castaño alborotado libremente sobre su rostro y almohada.

-Joder ¿Qué hice?

Me aleje bruscamente de ella haciendo que abriera los ojos. Estos eran verdes, un verde realmente hermoso, brillaban de una manera... Gire mi cabeza hacia otro lado.

-Oye-se levanto cubriendo su cuerpo, tomo mi mano-... ¿cómo te llamas?

¿En serio pregunta eso luego de...?

-M-me llamo José Miguel.

-Bonito nombre-acaricio mi brazo.

-Me tengo que ir.

Me levante y busque mi ropa por la habitación. Lograba sentir la mirada de la chica recorriendo todo mi cuerpo. Demonios, que incomodo.

Termine de ponerme el pantalón y busque mi camisa.

-¿Buscabas esto?-me la mostró, la tenia sobre su cuerpo mientras la acercaba a su nariz para olerla-. Hueles muy bien, aun no entiendo como es que eres gay.

-¿Perdón?

-Me lo contaste... Claro que a estas alturas no deberías ni recordar mi nombre. Ese Alonso no sabe de lo que se pierde.

Tome una botella medio de tequila y le di un gran trago. Carajo, no recordaba nada.

-No soy gay, solo me gusta él.

-Mjm. Como sea-me dio la camisa y se levantó dejando su cuerpo a mi vista-. Tengo que seguir trabajando. Adiós.

Tomo su ropa y salió de la habitación. Yo termine de vestirme y salí con dificultad, aun traía la borrachera encima.

-Vuelve pronto-dijo su voz a mi espalda, gire mi rostro y la vi, me lanzo un beso y guiño un ojo. Salí a toda velocidad del maldito bar y me dirigí a casa de Alonso. No se porqué pero sentía que debía hablar con él ahora.

Al cabo de unos minutos me di cuenta de que no llevaba conmigo mi celular, lo único que faltaba. Me detuve frente a casa de Alonso y dude unos segundos en si debería estar ahí. Al final toque el timbre. Escuche como, rápidamente, quitaban el seguro a la puerta y la abrían.

-Jos...

-¿Puedo pasar?-mi voz se entrecorto, él hizo unos gestos de desagrado, apuesto a que apestaba horrible.

-Si, pasa-se hizo a un lado y yo entre. Nos quedamos en el sofá unos minutos, mi vista estaba cansada así que comencé a tallar mis ojos, sentí como Alonso se levantaba así que destape mis ojos y lo vi en la cocina preparando café. Tome uno de los cojines del sofá y lo puse en mi cara para dejarme caer de espaldas sobre el sofá. La luz me molestaba. Vaya cruda que traigo-. Levantate-escuche la tranquila voz de Alonso-. José.

-Ya voy-me quite la almohada y lo mire mientras servía el café en una taza y luego me lo llevaba. Me senté recibiendo la taza de sus manos. La acerque a mis labios y luego di un sorbo. Joder estaba súper amargo-. Que asco.

-Es para la cruda.

-Alonso-deje la taza en la mesa-... Perdón.

-¿Eh?

-Perdoname por todo. Por favor-me baje del sofá quedando arrodillado frente a él-, perdoname, necesito de ti, a mi amigo, por favor.

-Jos, sabes que odio que se humillen...

-Pero yo quiero hacerlo, quiero recuperarte y si así puedo hacerlo lo haré.

-No, Jos-tomo mi mano y me hizo que me levantara-, no lo hagas, odio que lo hagan.

-Pero...

-Hablemos ¿okey? Pero luego, te quiero en tus cinco sentidos, así que terminate ese café y luego descansa. Mañana hablaremos.

-asenti para sentarme nuevamente en el sofá y tomar el café-. Tuve sexo con una desconocida.

-Si, me di cuenta.

-Lo siento.

-¿Por qué te disculpas por divertirte un poco?

-Por... No, por nada, creí que debía disculparme.

-Tomate el café ¿okey?

Di pequeños sorbos al café, sabia horrible sin azúcar, aun así, entre gestos lo termine.