Desde su auto presionó un botón en la parte de arriba, haciendo que la puerta de la cochera se abriera dándole paso a entrar. Salió del auto y de la cochera para, nuevamente cerrar desde fuera la puerta de esta. Miró alrededor a través de sus lentes oscuros, el lugar era agradable, desde hace una semana que lo había dejado por asuntos de trabajo, y estaba de vuelta. Se dirigió hacia la puerta principal, sacó las llaves de la casa y abrió.
-¡Regrese!
Una puerta se cerró en la parte de arriba seguida de pequeños pasos corriendo hacia las escaleras. Alonso caminó hacia la cocina topándose con su suegra, oficialmente lo era.
-Gracias por la ayuda.
-No es nada, hijo.
-¡Papá!
Se giro hacia la puerta deteniendo sus ojos en la pequeña niña rubia de ojos azules que le veía con una inmensa alegría en su rostro.
-¡Mi amor, ven aquí!
La niña corrió hacia él saltando a sus brazos ocultando su rostro en su cuello; él acariciaba su cabello mientras repartía algunos besos a un costado de su cabeza.
-Te extrañe tanto, papi-se alejó-. No vuelvas a irte-le saco los lentes colocándoselos ella.
-Por supuesto que no, princesa. También te extrañe mucho.
-¿Iremos a ver a mami hoy?
-... Si así lo quieres.
-Es que el tío Jos llamó ayer...
-Irina...
-¿Qué?
-Ve arriba, nena.
Alonso la puso en el piso y ella hizo caso a su abuela, subiendo a la habitación de Alonso, que era donde estaba anteriormente.
-¿Paso algo?
-Ella sigue igual... Pero el doctor dijo que ya no podían mantenerla más...
-No...
-El momento tenía que llegar, cariño.
-Esperaba... Sabe perfectamente que aun mantenía la esperanza...
-Fuiste muy fuerte, Alonso, luchaste por mantener a Samanta así el mayor tiempo posible pero, todos tienen razón, estar así no es vida.
-Bien y... Irina lo...
-La educaste bien, incluso debo decir que es más madura de lo que debe ser. Entendió eso a la perfección cuando... Es testaruda como su madre e inteligente como el padre... Conectó un teléfono a la linea para oír lo que hablaba con Jos. No pude ocultárselo cuando pregunto.
-Vale, entonces... Creo que iremos a despedirnos.
Salió de la cocina para subir las escaleras e ir por su hija. Abrió la puerta y la miró sentada en la alfombra con algunos juguetes pequeños. Se acercó a ella para sentarse.
-¿Papi?-la miró obteniendo una mirada suya de igual manera-... ¿Mami morirá?
-¿Te explique qué era lo que tiene?-asintió-. Prácticamente ella... Ya no esta con nosotros desde hace 5 años.
-Mi edad... Acaso murió...
-No, de ninguna manera... Nena, debemos despedirnos de ella como es debido.
-¿Cómo con el abuelo?
-Sí, igual.
-¿Estara en una caja y la enterraran?-no pudo evitar soltar algunos sollozos ante la idea-. No llores, papi... Yo no quiero que le hagan eso.
-Ni yo, cariño, pero no hay de otra, no podemos seguir reteniéndola aquí. ¿Entiendes?
-Entiendo. ¿Ahora?
Asintió y ambos se levantaron para salir de la habitación y luego de la casa, subiéndose al auto junto a la madre de Sam y partiendo hacia el hospital. En el camino llamó a Jos quien de igual manera iría junto a Logan, Erick y Larissa.
Paró el auto y bajo cargando a Irina en sus brazos, quien llevaba su rostro oculto en su cuello, cosa que Alonso le había pedido hacer ya que, el hospital estaba repleto de reporteros que querían hablar con él y tener una fotografía de su hija, la cual por cinco años no han conseguido.
Cruzó las puertas y subió al elevador. Preparándose mentalmente para lo que vendría, despedirse de Sam para siempre será lo más difícil que hará desde que empezó a criar a Irina, prácticamente fue padre y madre para ella, con ayuda obvia de Fatima, su hermana, su madre y suegra, pero Fatima tenia su vida ya hecha, su niño contaba con 7 años ya y tenía tiempo que se había ido con Bryan a México, cuestiones de trabajo y, ganas de conocer el mundo. Ahora solo contaba con su madre y la de Sam.
Llegaron al piso señalado y bajaron. Jos y los demás ya estaban ahí, puesto que vivían mas cerca que ellos. Alonso puso a Irina en el suelo, la cual corrió a los brazos de Jos. La cargó sin dejar de ver a Alonso con ojos de resignación y dolor.
-negó-. No importa... Pase usted primero-le dijo a la madre de Sam-. Quiero ser el último.
-Yo igual, papi.
Y así, entró su madre, después Logan, Erick y Larissa, Jos, a pesar de no querer dejar a Alonso solo en ningún momento paso unos escasos minutos, luego fue el turno de ellos.
-Vamos, Irina... ¿Hija?
-jaló aire profundamente aguantando las lágrimas, era fuerte-. Vamos.
Se tomaron de las manos y recorrieron el pasillo hasta llegar a la habitación de Sam. Todo estaba oscuro, alumbrado por una luz azul que salía de la lámpara que reposaba en la mesa a la derecha de ella. Irina se detuvo en seco, hacia más de un año que había ido a ver a su madre, no esperaba que su cambio fuera tan drástico.
Se acercaron a ella de forma lenta, la pequeña se sujetaba del brazo de su padre con gran miedo y tristeza en sus ojos. Se detuvieron, Alonso se sentó en la camilla sentando a Irina en sus piernas, tomó la mano pálida y fría de Sam. Quería hablar pero las palabras no salían de su boca. Quería decirle miles de cosas, pero su voz no salía. Todo su dolor se veía reflejado en lágrimas que caían por su rostro y se perdían en su barbilla y cuello.
-Papi, mamá te verá llorar-él miró con sorpresa como su hija le limpiaba el rostro con sus pequeñas manos-. Si lloras no te ves guapo, papá.
-Irina... Sam, en realidad, nuestra hija es mejor de lo que creímos que seria, inteligente, hermosa... Un retrato tuyo. Mi amor, no sabes cuanto te agradezco este hermoso regalo que me dejaste... Creí que no podría con la responsabilidad, intentando huir y Jos siempre me regañaba, y miranos, Sam somos una familia, y no lo seriamos sin ti...-la niña bajo de la camilla a lo que Alonso aprovechó para acercarse al rostro de Sam y susurrar-. Por favor, aun es tiempo, tenia la esperanza hace cinco años, sigo teniéndola aún... Aun sigo aquí, sigo perdidamente enamorado de ti... Sam, por favor... Quedate.
Se alejó un poco, como esperando respuesta, la cual no hubo, bajo la cabeza comenzando así a sollozar. La puerta se abrió dejando ver al médico encargado.
-Señor Villalpando...
-Un minuto...
-Mami, solo quiero decirte que... Gracias, por escogerlo como mi papá. Te amo, mamá.
Alonso vio a su hija y sonrió, sabía que había hecho un gran trabajo. Luego miró nuevamente a Sam. Se inclinó sobre su cuerpo y depositó el último beso en sus labios.
-Adiós, Sam.
***
Lloremos ಥ_ಥ
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Tonta Venganza
FanficNo hay final feliz. No es la primera vez que escucho que luego de un final con un beso y un te amo viene el "vivieron felices para siempre". La vida no es un cuento de hadas, para los que no crean así, vayan despertando de él. Alonso Villalpando un...