Narra Leila.
No podía creer que mis padres me hicieron esto, ya yo tenia una vida en Francia pero ellos y su bendito trabajo siempre lo arruinan.
Estoy cansada de lo mismo, me quiero ir de mi casa.
Venia caminando por los pasillos de mi nuevo instituto tan metida en mis pensamientos que no me fije que venían dos chicas.
Choque con ellas causando que todos mis libros se regaran, genial lo me faltaba.
Veo como ellas se agachan ayudarme a recoger mis libros y escucho un disculpa por parte de una de ellas a lo que les respondí tranquilas yo tampoco las vi.
Una de ellas hablo presentando a su amiga y a ella, yo les respondí de buena gana ya que eran muy amables y les dije mi nombre.
Subí mi rostro por fin viendo a las chicas con las que choque, son muy lindas, una es mas o menos alta con buen cuerpo y cabello color marrón muy lindo, vi que tiene un pequeño aro en su nariz y le quedaba de maravilla, la otra es mediana de muy buen cuerpo uno realmente envidiable, blanca su piel parese porcelana, su cabello de un marro claro.
No se en que momento nos sentamos en el suelo, pero no pusimos hablar mientras recogía las hojas que tenia dentro de uno de los libros.
Teníamos una plática muy amigable, es como si nos conociéramos de toda la vida, son muy cool.
Estábamos hablando a gusto hasta que un chico nos saco de nuestra conversación, cuando subí mi mirada no me podía creer delante de mis ojos estaban parados 4 chicos realmente hermoso.
Eran unos dioses griegos, parecían sacados de un libro o película, dios mio son tan hermosos que me puede boba viéndolos.
Hasta que escuche a Samanta hablarme, me los presento y yo muy amablemente me presente.
Había uno de ellos que me llamo muchísimo la atención, es tan lindo es tan tan no se pero creo que me enamore a primera vista.
Creo que el se dio cuenta de que lo estaba mirando, ya que volteo su cara a verme. Me sonroje y mire a otra dirección.
Hasta que oí a Rebeca hablar.
(Rebeca)- Que les parece si vamos a comer algo a la cafetería antes de ir a clase.
todos se miraron unos segundos.
(Ricardo)- Te acompaño.
vi a el semi rubio sonreirle ampliamente a Rebe.
(Dimitri)- A donde tu vayas yo iré preciosa.
me derreti por su palabras y ni dirijidas a mi estaban, pero es tan lindo y tiene una manera de verla tan unica.
(Fabricio)- Por mi no hay problema.
(Samanta)- Si vamos quiero comer algo rico.
No se en que momento se fueron por que ni me di de cuenta, ya que estaba mirando a otra dirección, pero creí quedar sola.
Pero no fue así.
- Vienes? O prefieres ir a clase de una vez?.
Gire mi cabeza y allí me encontré con el amor de mi vida, creo que soy exagerada pero es que realmente este chico me robo el corazón.
(Yo)- Ehhh no ni quiero entrar, pero si me gustaría comer algo.
lo vi sonreir de lado y senti algo dentro de mi derretirse.
(Mateus)- Bien vamos.
No dije nada solo lo seguí en silencio hasta toparnos con unas puerta, el las empujo y allí estaba la cafetería, es muy grande y ordenada, pensé que seria todo lo contrario pero veo que no.