Capitulo 26

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Narra Samanta.

Después de todo me vuelvo a encontrar en la habitación de Fabricio con el.

Cuando todo va subiendo de intensidad, noto que Fabricio me observa detenidamente pero ve son mis ojos.

No le tomo importancia y sigo con lo mio, cuando me acerco y veo sus ojos los mios se reflejan en los suyos y es cuando me doy cuenta de que mis ojos son un azules, pero no el de siempre, este es diferente.

Me separo y veo a Fabricio con cara de que esta pasando, a lo que el me jala y me posiciona de bajo de el, sube mis brazos a la altura de mi cabeza uno a cada lado.

Se acerca y me ve a los ojos, y es allí cuando veo que los de el cambian al mismo color de los mios en estos momentos. Me sorprendo, pero a la vez me derrito.

Esta situación, solo hace que me existe más, une nuestros labios en un necesitado beso después de eso, fue descendiendo a mi cuello dejando un camino de besos húmedos.

Sentí sus manos tocar mi abdomen y una corriente de escalofrío me recorrió el cuerpo, no era una corriente de cuando tienes frío o algo te da mala espina. No, esta es diferente, esta es de pasión y deseo.

Fabricio despertó algo en mi que nunca nadie lo había hecho, no sabia con exactitud por que este deseo tan grande por el.

Fabricio con delicadeza me quito la ropa, dejándome así en ropa interior, yo me deslice mis manos por su camisa hasta subirla y quitársela.

Sentí su abdomen tocar el mio y fue la mejor de las sensaciones, era como si nuestras piel se conocieran de toda la vida.

Fabricio en un abrir y cerrar los ojos ya se había desecho de su pantalón, esta situación en la que me había metido, era la mejor de todas.

Nunca pensé llegar a esto con el.

Nuestros labios se volvieron a unir por un largo rato, Fabricio se separo de mis labios para comenzar a descender por mi cuello, fue dejando húmedos besos por todo mi cuello, bajo hasta llegar a mis pechos.

Soltó el broche del sujetador y fue bajando hasta llenar de besos mis pechos, con una mano daba leves apretones a uno de mis senos.

Llevo su boca directo a uno de mis senos y le paso su lengua, estuvo jugando con mi pezón.

Después de estar jugando con mi pezón, descendió por todo mi abdomen dejando su camino de besos, llego hasta mi braga y con su boca la deslizo por mis piernas hasta quitarla completamente.

Subió a mi boca y unió nuestros labios, mientras estábamos besándonos él rodó mi pierna izquierda para dejar paso a mi zona intima, su mano dio una leve acaricia por mi pierna y fue directo a mi sexo.

Sentí su mano rozar mi sexo, y una ola de placer recorrió mi cuerp. Intensifique mas en beso y el acepto, así me pidió paso para introducir su legua a la que yo con gusto se lo di.

Mordí su labio suavemente y continuamos con el beso, el con sus dedos comenzó a darme pequeños movimientos en circulo en mi sona intima.

Era placer sentir su mano moverse en mi sona mas sencible me hizo soltar un leve gemido el cual le hizo saber que estaba haciendo su trabajo bien.

Su mano dejo de darme pequeños movimientos para introducir un dedo al principio se sintió algo incomodo, pero después fue puro placer.

Solté otro gemido a lo que el introdujo otro dedo mas, los movía tan bien que de un momento a otro le pedí más y más.

Al el escuchar esas palabras se despojo de sus bóxer y se posiciono en la entrada de mi feminidad.

Me vio a los ojos y en ese color azul se veía el deseo y la pasión, me mordí el labio inferior a lo que el al ver ese acto sonrió.

Y me penetró lentamente, fue moviéndose poco a poco hasta comenzar aumentar su ritmo.

Gemí nuevamente y pedí más, el gustosamente me complació aumentando aun más  el ritmo. Solté gemidos tras gemidos, esto es placer puro.

Sus movimientos son perfectos, su ritmo fue aumentando más, hasta volver sus embestidas cada vez mas placenteras.

Toda la habitación esta llena de gemidos, tanto mios como de el.

Entre gemidos dije su nombre a lo que el me vio y sonrió, y aumento más sus embestidas, estuvimos así hasta que no pude mas y me corrí y mas atrás el también.

El se acostó a mi lado viendo al techo tratando de calmar su respiración, me voltee y me le quede mirando, a lo que el me miro.

Y sonreímos a la misma vez.

Voy por ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora