Narra Fabricio.
Estábamos en el patio lateral del palacio viendo como una de las torres se consumía en llamas, realmente nunca pensé que nos fueran atacar en nuestro propio territorio.
El que sea nuestro enemigo sabe como jugar y esto me preocupa, estoy muy seguro de que este no sera el único ataque.
Estaba metido en mis pensamientos hasta que oí a un mujer gritar que la ayudaran, sabia que nadie la iba ayudar todo la torre estaba en llamas.
Pero una sensación recorrió mi cuerpo, cuando me fije Samanta no estaba a mi lado, la busque con la mira y la vi caminar hasta la mujer que gritaba.
No era necesario que Samanta hablara para yo saber lo que diría, así que cuando ella término tuvimos una charla telepaticamente.
No la quería perder para nada en el mundo, ella es mi alma, mi razón en todo, ella es mi mundo entero. Así que camine con paso veloz y la tome de la cintura impidiendo que avanzara.
Ella se dio la vuelta y sus palabras me dejaron mudo, si tenia razón el niño no tenia culpa de lo que estaba pasando, pero es peligroso, reaccione cuando sentí un jalón de su pararte asi uniendo nuestros labios en un tierno beso.
Nos separamos y la vi caminar hasta la torre con pasos firmes, así que le hable telepaticamente.
"Ten cuidado, si necesitas ayuda avisame"
No tuve respuesta de su parte, pero sabia que si se llegara a encontrar en apuros me avisaría, así que me volví a el lugar donde estaba antes.
Pasaban los minutos y segundos y ella aun no salia, sabia que estaba bien por que no la sentía calmada, media hora mas tarde una sensación de una emoción de su parte llego a mi.
Era de tristeza, lamento, frustración y rendimiento, así que le hable.
"Vamos amor sal de allí"
Un vago pensamiento de ella se coló en mi cabeza.
"Tengo que salir de aquí, por ellos ellos, por mis amigos, por el reino"
Fruñi el seño y me pregunte por que Noha estaría metido en su cabeza, se me había olvidado que el también era alma de Samanta.
La angustia me come. Tenia que ayudarla, así que di unos pasos pero me detuvieron mis hermanos.
(Mateus)- No Fabricio, ella esta bien y saldrá sin un rasguño.
mire a mis hermanos y a las chicas.
(Yo)- Que te asegura que nada le pase allá dentro, cuando acabo de sentir que se esta rindiendo.
mire a Rebe acercarse a mi.
(Rebe)- Fabricio, yo conozco muy bien a mi amiga y se que saldrá de allí con ese niño sin un rasguño, ella es fuerte no es cualquier vampiro, y sobre eso hay que hablar todos nosotros pero en privado, descubrí algo que los dejara en shock.
di un suspiro y la mire hasta asentir.
(Ricardo)- Rebeca tiene razón, no te alteres ella saldrá de allí.
Mientras ellos trataban de tranquilizarme, se escucho un grito pero fue como un rugido potente, cargado de poder y vimos como escombros salían volando y una ola de fuego era la causante de abrir un camino de salida.
Vimos a un niño salir corriendo y me percate que traía en su mano un trozo de tela del vestido de Samanta, todos nos quedamos esperan a verla salir de allí.
No era el único que se angustio al ver al niño salir y a ella no, sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo y subí mi mirada y la vi salir.
Estoy impactado, su vestido no es con el que ella entro allí. Este es de fuego, el fuego rodea su piel haciendo un vestido muy llamativo y un poco revelador.
Trae una corona de fuego en su cabeza y las puntas de su cabello son de fuego, estoy en shock la vi mirar a mis hermanos y a las chicas.
Hasta que su mirada se poso en mi, camine hasta ella y cuando estuve a centímetros de ella.
Las palabras salieron de mi.
(Yo)- Eres tu, la mujer de la profecía.
No supe que mas dije por que estaba como en un transe, no eran mis palabras la que salían si no las palabras de alguien mas pero con mi voz.
Cuando reaccione sonrei y acerque mi mano a la de ella, ella acercó su mano y cuando nos tocamos todo se torno negro, y no supe más nada.