Fabricio.
Ya sabia que Samanta no estaba bien, sabia que se quería hacer la fuerte delante de todos, pero en cualquier momento se derrumbaría, estaba hablando con mis hermanos y cuñadas, Noha, Alexander.
Cuando sentí mucho mas fuerte las emociones de Samanta, sabia que Noha no las sentía, por que yo estoy mas conectado a ella que el, me levante y salí de la oficina sin decir nada, iba por los pasillos del castillo, en dirección al jardín cuando su aroma me indico que estaba dentro del castillo aun, me moví rápidamente por los pasillos hasta llegar a nuestra habitación.
Entre en silencio y la escuche hablando por teléfono, estaba cruzado de brazos observándola, hasta que se despidió de su madre y se levando, se dio la vuelta y se sorprendió al verme, la mire atento a todos sus movimientos y después de unas cuantas palabras de nuestra parte, mire como cayo al suelo de rodillas llorando.
Me acerque a ella rápidamente y la rodee con mis brazos, la levante y la acosté en la cama, me acosté a su lado, y le comencé acariciar el cabello, ella después de unos minutos se calmo, y se dio la vuelta quedando deferente a mi, la mire detenidamente y vi como una sonrisa apareció en su hermoso rostro, le seque las lagrimas que quedaban y la abrace atrayendola mas ami, cerré mis ojos por que realmente estaba agotado y las emociones de Samanta y las mías juntas, era todo un trabajo agotador.
Nos quedamos dormidos a los pocos segundos, sentí como se relajaba entre mis brazos.
Una maldita hora fue lo que dormí, ya que un olor me llego y me desperté de inmediato, este no era el olor de mis soldados, sirvientes, hermanos, cuñadas, o el de Noha, Alexander, ni siquiera el de la novia de el, ese olor no les pertenece a nadie de mi gente, me tense al pensar que Damien pueda estar aquí.
Mire a Samanta entre mis brazos y le susurre un "No dejare que nadie te toque, tendrán que pasar por encima de mi primero, mi amor" y le di un suave beso en la cabeza, me levante con cuidado, y salí de la habitación sin hacer ruido, corrí hasta la habitación de Mat y entre rápidamente, este al verme se levanto de la cama, acto que hizo que Leila se despertara de un salto.
(Mat)- Que sucede Fabricio?
(Yo)- Tenemos intrusos Mat, vienen por ella, avisa a todos los soldados para que rodeen el castillo, que nadie entre o salga de aquí, y el que se acerque que lo maten Mat, no voy a permitir que me quiten a Samanta.
(Mat)- Calmate Fabricio, como sabes que hay intrusos, las alarmas no han detectado nada si no fueran sonado, estas seguro de lo que estas diciendo?
(Yo)- Mat cuando te he mentido? mis sentidos están mas desarrollados, puedo olerlos desde aquí, están a unos 50 metros del castillo.
(Mat)- Muy bien hermano, no dejaremos que nadie se la lleve, yo movilizo las tropas, tu ve con ella y ponla en un lugar seguro.
Asentí y sale a velocidad de su habitación, entre a la habitación de Dimitri y mire a este tratar de despegar a Rebe de la ventana, tenia su vista fija en el bosque y gruñía como nunca, ellos se percataron de que estaba aquí y voltearon a verme, Rebe se me acerco y mire sus ojos de color rojo y negro, sabia que ella sentiría lo mismo que yo, ya que los sentidos de un depredador son mas que desarrollados que los de los vampiros comunes.
Lo que no me cabía en la cabeza era, por que si estaban a 50 metros de nosotros, los demás no los podían olor, esa pregunta estaba rondando mi cabeza hasta que escuche un gruñido a mis espalda, me gire y vi a Sofi y a Ricardo, hice seña con mi cabeza de que me siguieran, nos movimos rápido hasta mi habitación.
Entramos y mire que esta estaba en total oscuridad, fruñi el seño, y escuche a las chicas gruñir fuertemente, sentí el miedo de Samanta recorrer mi cuerpo, y mi ojos cambiaron al instante, sentía rabia correr por mi cuerpo, y una bola de fuego salio de mi sin darme cuenta, alumbro toda la habitación, revelándonos a un hombre que ya conocemos.
