Día 17: Después De la Fiesta

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Quedé muy feliz al saber que Borja siente cosas por mí. Supongo que había tomado algo de alcohol y lo dijo sin querer, pero como dicen por ahí, los borrachos y los niños siempre dicen la verdad.

Tenía que contarle a Eunbyul lo que había ocurrido, así que la busqué por toda la fiesta. Entre que estaba mareado y la música, me costó mucho encontrarla.

A todo aquel que le preguntaba por ella me decía que no tenía idea. ¿Se habrá ido? Pensé en ese momento, así que decidí llamarla.

Tres, cuatro, once veces marqué su número y nada, no contestaba. En ese momento sí que me entró el pánico.

¡Vicente! ¿Dónde estaba ese animal? Tampoco lo veía por ningún lado. Un mal presentimiento me invadió, quizás él estaba haciéndole algo malo a mi amiga, había jurado vengarse y si hay alguien que sabe de lo que es capaz ese sujeto, ese soy yo.

No esperé más y comencé a buscarlos cuarto por cuarto, y eso fue mucho, porque la mansión era enorme.

En una de las tantas puertas que abrí, me encontré con la Almeida, cogiendo con no me acuerdo quién.

-Si serás puta... - dije antes de marcharme.

En serio que ésa no pierde el tiempo, la rechaza Daniel y de inmediato busca otra verga en la cual saltar.

-¡Eunbyul! ¡Eunbyul! - grité desesperado.

Finalmente la encontré, escondida en un armario, tiritando como cachorro asustado.

-¿Qué te pasó? - le pregunté intentando sacarla de ahí.

-Yo no quise... Yo no quería... - repetía una y otra vez.

En ese momento la ira me invadió, Vicente la había violado, había ultrajado a una de las pocas personas que me importan en este mundo y eso no se lo iba a perdonar nunca.

Lo iba a encarar, a buscar bajo las piedras si era necesario, tan solo que una mano me detuvo.

-No lo vas a encontrar... - escuché la voz de Borja.

¿Qué sucedió ahí? ¿Por qué mi feo estaba con mi amiga?

-Yo no quería... Te juro que no, pero él... Él quería dañarme y tuve que defenderme... - por fin la coreana salió del armario, tiritando aún más y apenas poniéndose de pie.

Tan solo en ese momento, con la poca luz de la luna que entraba por el enorme ventanal a mi espalda, me percaté que estaba bañada en sangre.

Espantado miré mi ropa y me percaté que yo también, que al intentar ayudarla me manché.

No... Eso no puede ser verdad... En ese momento me di cuenta de la verdad...

-¿Estás sangrando? ¿Cuánto daño te hizo? ¿Te violó? - no podía creer que esa bestia la había violado de tal manera. Sabía que la tenía grande, pero nunca tanto como para hacerla sangrar así.

-No... Idiota, ¿por qué eres tan imbécil? - me atacó Eunbyul.

Quedé más anonadado aún, ¿por qué mi conclusión estaba errada? ¿Qué había sucedido entonces? ¿Por qué mierda Borja estaba ahí? ¿También lo violaron? ¿Es vouyerista?

-Lo maté - dijo finalmente mi amiga, seria como nunca la había visto.

-¿Lo mataste... Del susto?...-pregunté sin creer aquella idea macabra.

Vicente es muy fuerte, es imposible que esté... No, era poco probable que eso ocurriera, y mucho menos que lo hubiera cometido Eunbyul, ella que es tan frágil.

En ese momento apareció Borja de nuevo y me hizo voltear. Y ahí me encontré frente a un cuerpo sin vida, a carne bañada en sangre.

A quien amé por tantos años, al chico más guapo que he visto en mi vida, lo tenía frente a mí.... muerto.

ADVERTENCIA: La belleza es peligrosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora