Como tiene mucha plata y llegó hace poco al colegio, Daniel hizo una fiesta en su mansión. Como se trata de un Palmer, fue el acontecimiento del año y todos los del salón asistimos, incluso Vicente.
Iba a estar en la casa de mi presa y mi mayor enemiga quería hacer lo mismo que yo. Ese era el momento perfecto para acostarse con el millonario.
-Sigue contándome, qué interesante... Pero bebe, tienes la garganta seca... - Verónica estuvo pegada a su lado casi toda la noche.
Gracias a ella el pobre terminó borracho. Vaya, que la maraca quería lograr eso, ebrio es mucho mejor atacarlo.
-No voy a dejar que se salga con la suya... - le dije a Eunbyul.
Dejé mi vaso de vodka en el mueble más cercano y caminé directo hasta esos dos. Debo reconocer que por la rabia había bebido mucho y bueno, todo a mi alrededor se movía.
-Oye tú,¿crees que no sé lo que quieres hacer con este pelotudo? Como tienes plata se te calentó la panocha y te lo quieres servir... Aaaah, pero no señor, no voy a dejar que te salgas con la tuya... - encaré a esa desgraciada.
Esta vez Verónica no hizo nada para negar sus intenciones y también me enfrentó.
-¿Y qué vas a hacer? No eres más que un pobre maricón, no le gustas a nadie... Reconócelo... A ver, ¿qué vas a hacer? ¿Ah? - la muy perra me empujaba para intimidarme.
Tenía la frente helada y no podía pensar en nada. Supongo que mi cuerpo hizo el resto, o eso me dijeron cuando desperté.
-¿Estás bien? - escuché una voz en la oscuridad.
Me dolía mucho la cabeza, algo de alcohol seguía por mis venas. Enfoqué mi mirada a quién me cuidaba y grande fue la sorpresa cuando me di cuenta que allí habían muchas espinillas.
Borja se sentó a mi lado en la cama, y me veía con un poquito de compasión, como si le importara.
-¿Qué pasó? No recuerdo nada... - pregunté mientras me recuperaba.
-Bueno... Insultaste a la Almeida, ella se colocó agresiva y te empujó... Tú te sentiste mal y sin querer... Bueno... Igual es normal... Tú... Le vomitaste en toda la cara... - ay no, en ese momento me quise morir.
¡Qué vergüenza! Todos me vieron haciendo eso, y supongo que se burlaron... ¿Quién me va a respetar ahora? Soy un asco...
-Fue divertido... - comenzó a reírse el feo.
-Oye, no te ves tan mal riendo... Me gusta.. - le dije sin querer.
El chico se sintió un poco avergonzado, quizás era el primer piropo que alguien le decía.
-Rayos, parece que en realidad me gustas... ¿Qué tienes de especial? - seguí hablando sin pensar, estúpido alcohol.
Debo reconocer que siento algo especial por Borja, aunque sea algo humillante para alguien tan hermoso como yo. Aunque supongo que después de vomitarle a la zorra esa, ya perdí todo mi prestigio.
Borja se colocó nervioso, tiritaba el pobre y de la nada, improvisando, me besó.
¡Por Gucci! Eso nunca lo imaginé, se suponía que no le gustaban los hombres y en ese momento, besó a uno.
-Fue un error querer a Verónica... Y... Debo reconocer que me pasan cosas contigo... - el muy vergonzoso mencionó eso para luego salir corriendo, rojo de vergüenza.
Me sentí como niño pequeño, ilusionado por un romance de verdad y, es que para ser sincero, nunca he vivido nada romántico. He sido un culisuelto nada más, nunca nadie me ha tratado con amor. ¡Alonso no cuenta! Todos sabemos que los negros no tienen alma.
Mentira, si los morenos son los mejores.
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ADVERTENCIA: La belleza es peligrosa
Mystery / Thriller¿Por qué está lleno de gente hermosa pero fría? ¿Acaso la belleza no puede ser acompañada de bondad? La Scuola Bianchessi fue fundada por una de las mujeres más hermosas del país, y por ello, ha decidido crear un lugar donde la hermosura física se...