Día 53: Sin distracciones

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Me serené después de un tiempo. Necesité un par de minutos para crear aquel mapa mental que me acababan de confesar.

Todo parecía indicar que los Almeida han sido siempre los culpables de todo. De la desgraciada vida de Vicente, como también de su muerte. Del cruel suicidio de Alonso, de los tormentosos meses de Eunbyul y, de la muerte de alguien más.

-Entonces... Yo sabía que Leonardo fue amante de Francisca, y que Verónica la mató por celos.... Aunque ahora me da impresión que su padre siempre supo, o que incluso, fue él el de la idea... - comenté con la mirada fija en algún punto olvidado de aquel cuarto.

-Eso no lo sé, todavía hay situaciones que no he podido averiguar... - sentenció Daniel volviendo en razón.

Su rostro seguía sonrojado debido a su declaración, esa misma que pasé por alto y que preferí no ahondar. Simplemente me senté en la cama para poder pensar.

Algo en mi interior me hizo alegrar, fue como un triunfo después de una reñida competencia, tan solo que no sé si puedo confiar en aquella victoria. Estoy rodeado de mentirosos y ya me cuesta mucho confiar en qué es verdad.

-Algo sigue sin calzar en mi mente... ¿Por qué estás de novio con Verónica? ¿Qué buscas? - Rompí aquel silencio molesto.

-Hago lo mismo que tú, me acerco a esa familia para sacar información y así hacerles pagar por lo que le hicieron a mi amigo... - respondió de inmediato, sin titubear.

-¿Y cómo puedo confiar en tus palabras? - no me inmuté, quería pruebas.

-Sé que te han engañado mucho y que por eso estás dudando de quienes te rodean... Pero recuerda todo en lo que te he ayudado, nunca te defraudé... Nuestros planes iban bien hasta que la Almeida mató a Alonso... No puedo hacer que confíes en mí, pero me gustaría que lo hicieras, porque en este momento lo que más necesitas es compañía... - siguió con sus palabras.

Sentí cierto dejo de romance en sus últimas palabras, reanudando su confesión.

-Está bien, pero quiero dejar algo en claro... No voy a amar a nadie mientras no vea a Verónica pagar por sus fechorías. Hasta que ese momento no llegue, no quiero volver a escuchar de amor, sea verdad o un truco, no vuelvas a decirme lo que acabas de pronunciar... - fui tajante y es que un romance en estos momentos solo me distraería.

Eso mismo que Daniel me contó, le dijimos a Eunbyul y a Víctor, quienes ahora son nuestros aliados.

-¿Te das cuenta que ayudas a quienes quieren meterte preso? - encaré al asesino de Vicente.

El chico que se hizo pasar por Borja, me miró con pesar, como si le hubiera dolido mis palabras.

-Desde la muerte de mi hermana no he vivido para nada más que no sea por justicia... Si tengo que ir a la cárcel para lograrlo, con gusto lo haré... Sé que me equivoqué al confiar en Verónica, pero por favor... Dame una oportunidad para remediarlo... - afligido Víctor me abrió su corazón.

Parecía decir la verdad, parecía que el dolor en su pecho era cierto y que sus ojos húmedos expresaban tristeza verdadera. Decidí confiar, esperando que todas las mentiras hayan sido reveladas, que no exista nada más escondido. Aunque algo en mi pecho me grita que no es así, que todavía queda más basura que descubrir.

ADVERTENCIA: La belleza es peligrosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora