Narra Malú:
He llamado a Alex para contarle que María me ha traído esas fotos... Lo primero que pensé fue "olvídate Malú, no te va a coger el teléfono y menos a las 2 de la mañana..." Pero me sorprendió. Me dio una de esas sorpresas que no te esperas pero te hace muchísima ilusión aun que al principio estés un poco en shock. Le pedí que viniera y una vez más me sorprendió al decirme que si. Y fue genial. Me olvidé de todo tan pronto la vi llegar. Ella pensaría en ese momento que lloraba por lo que fuera que la había llamado pero no, lloraba de la jodida felicidad que me producía verla. Y con las palabras que me dedicó una vez más me mató. Aun que no le era difícil, solo necesitaba mirarme y yo ya estaba perdida. No podía dejar que se fuera, tenía que quedarse aquí conmigo... Una vez más me sorprendió. ¿No estaba enfadada? Cuando le dije que se quedara a dormir me esperaba un "no" rotundo, de enfado, pero no fue así. Me encantaba interrumpirla... todo para sacarla de quicio y que al final acabara quedándose, y me funcionó.
Esta mañana es la más feliz de todas. Me despierto a su lado, con sus dedos recorriendo mi espalda, mi hombro... Pero no me quiero despertar aún. Veo que se va, pero no me preocupa por que se que no se irá sin más sin despedirse, así que irse, lo que se dice irse, aún no se va.
Pasado un rato vuelve. No puedo evitar mirarla, con esos pantalones cortos de chándal y una camiseta de asas que le había dejado para dormir. Es preciosa. Su largo pelo rubio cae por sus hombros descubiertos y la hace aún más preciosa, si cabe.
Me da los buenos días y me explica que había ido a hablar por el móvil. Y que se tiene que ir. Cuando me dice que se va, lo primero que pienso es "¿pero se va como? ¿se va pero vuelve o se va definitivamente?
Pero después escuché eso de "¿te traigo algo para desayunar?" y lo vi claro. Aún tenía un tiempo más con ella. Un tiempo demasiado valioso como para derrocharlo. Mientras estuviéramos desayunando iba a aprovechar al máximo de su compañía, ya que probablemente pasara bastante tiempo desde que nos volviéramos a ver...
Cogí un papel y un boli y escribí un pequeño textito. Lo doblé en cuatro pliegues y lo metí en el bolsillo trasero de su pantalón. No sabía cuando lo leería, pero con que lo encontrara algún día era suficiente...
Volvió. Me había traído rosas blancas... Estaba aguantando mis lágrimas, por que sabía que ahora tendría que irse...
Entonces llegó ese "Tengo que irme ya" y dejé de escuchar todo lo que me decía. No podía. No quería que se fuera. Pero volví en mi con su "Te llamaré ¿vale?" Bueno, no me bastaba que solo me llamase, quería que se quedara como podéis imaginar... Pero tenía claro que si yo ya lo había fastidiado todo, solo me quedaba aguantar y conformarme con aquella llamada. Aquella y espero que muchas más...
(...)
Estaba saliendo de una entrevista cuando mi móvil empezó a sonar. ¿Había llegado ya?
Me desilusioné bastante cuando vi que la llamada no era suya, sino de Pedro. ¿Por qué su productor me llamaba a mi?
-¿Si?
-¿Malú? Hola, oye, soy Pedro el productor de Alex.
-Si Pedro. Dime. ¿Ha pasado algo?
-No, no. Nada. Escucha, hemos pensado en ti para que seas la madrina musical de Alex. Por supuesto ello no lo sabe aún, queríamos que fuera una sorpresa. ¿Te apetece?
ESTÁS LEYENDO
THE BIGGEST CHALLENGE OF LIFE IS TO LIVE
RomanceHistoria totalmente ficticia entre Alex, cantautora pendiente de descubrimiento y Malú, famosa cantante española.