Capítulo 51.- CORAZÓN PARTÍO

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Cuando abrí aquella puerta, no puedo ni deciros como me sentí. Es que no lo se ni yo. Se que algo en mi interior se rompió. No hice nada más que ir a mi habitación y coger algo de ropa como tenía previsto, pero me cogió del brazo y me paró.

-No se lo cuentes, por favor Alex. 

-No, es que se lo vas a contar tu. 

-¿Qué? ¿Pero tu estás loca? ¿Quieres que me deje o que?

-Si, ojalá te deje. Ojalá se de cuenta de lo poco que vales. Mira, a las 5 te quiero ver en casa de Malú y se lo vas a contar. 

-No puedes hacerme esto tía... Sabes que me va a dejar y llevamos mucho juntos... 

-¿QUE NO PUEDO HACERTE ESTO? ¿PERO TU ERES TONTO?- Me estaba enfadando mucho, demasiado. Tanto que mis ganas de darle una hostia eran cada vez más y más grandes. Dejé de escucharlo por completo. Me encerré en mi habitación y recogí mis cosas. Salí con lágrimas en los ojos, pero lágrimas de rabia. Que le hubiera hecho tal cosa a mi hermana era algo que no me esperaba en absoluto. 

-Te quiero ver fuera de aquí ya.- le dije dejando mis cosas al lado de la puerta.- Y a tu amiga que no la vuelva a ver, tampoco. 

-Estás exagerando Alex, no es para tanto...

-Mira, antes de que me enfade más ya puedes coger toda tu ropa y largarte de aquí. ¡Y YA ESTÁS TARDANDO!

Se fue a su habitación y metió a la otra dentro con el. A los pocos minutos me miró con desprecio y salió del apartamento. 

Yo ya no sabía que hacer. No sabía si contárselo yo a Sofía o que hacer... Desde luego dudo que el se lo vaya a contar, con lo cual... ¿Pero como hago yo para que me crea? Sin duda el vivir tranquila no me estaba predestinado. 

Llamé a Sofía y le pedí que viniera al piso. Llegó a la hora de comer. Pedimos una pizza y nos sentamos en el sofá. Ahora si, había llegado el momento...

-Oye Sofi, tengo que contarte algo... 

-Si claro, dime. ¿Ha pasado algo con Malú?

-No, no... Es otra cosa...- Empecé a ponerme nerviosa, muy nerviosa. Temblaba, literalmente y no me salían las palabras. Pero es normal ¿no? ¿Cómo le dices a tu hermana que su novio, con el que lleva más de 5 años le pone los cuernos? No es nada fácil, desde luego.

-Alex, me estás asustando ¿que pasa?

-Es Edu... Cuando llegué estab...

-Lo sé.

-¿Cómo? ¿Que lo sabes? Creo que te confundes eh...

-No. Ya se que me pone los cuernos y también se con quien.- Me quedé sin habla. ¿Cómo que lo sabe? ¿Y por que no hace nada? ¿Mi hermana es tonta? Me puse pálida. Pálida como cuando te va a dar algo, pues así. 

-¿Y no haces nada? ¿Te quedas ahí tan tranquila? A ver Sofía... ¿Que clase de problema tienes?

-No... La verdad es que tan tranquila no. Si no dije nada hasta ahora es por que... bueno...

-¿Porque qué?

-Por que me voy.

-¿Eh? ¿Que te vas a donde?

-Pues... Me voy a California. Te juro que te lo iba a contar todo Alex, pero aún no...

Me di cuenta entonces de que todo se iba a desmoronar. Mi hermana siempre había estado ahí, para todo y de repente me entero de que se va, de que mi mayor apoyo desde siempre iba a estar a miles de km de mi. ¿Y ahora quien iba a aguantar mis quebraderos de cabeza? No dije nada, mis lágrimas hablaron por si solas. Por un lado me pareció mal que se fuera. Me dolió pensar que no iba a estar a mi lado. Pero por otro lado ella también tiene derecho a hacer su vida donde quiera y superar estas cosas donde le pareciese mejor y yo no era quien de decirle nada... Pero me dolía. 

Ella tampoco dijo nada, solo me abrazó y me susurró un "lo siento mucho" al oído. 

Estábamos sentadas en el sofá, sin decir nada, solo allí sentadas. Yo por mi parte pensaba. Se me pasaban cosas por la cabeza a la velocidad de la luz. Algunas cosas que ni yo entendía pero hacían que me comiera mucho la cabeza, demasiado la verdad. 

Sonó mi móvil y me quitó de todo pensamiento. Me asustó de echo. Era Malú. Pero en ese momento mi voz transmitía de todo menos tranquilidad. No podía cogerle así...

-Sofi tía, cógele y dile que se venga para aquí, por favor.

-No, no. Cógele tu. ¿Que le voy a decir yo?

-Sofía, por favor...- Notó que mi voz se quebraba y aceptó.

-¿Si?

-(...) ¿Sofía?

-Si Malú, soy yo, perdona. Alex... bajó un momento a comprar un par de cosas. ¿Vienes para el piso?

-Si, claro. En un rato estoy allí. Ahora nos vemos Sofi, un beso. 

-Gracias.

-No tienes que darlas Alex... Ha sido culpa mía que estés así... Malú dice que viene en un rato así que mejor que te laves la cara y te maquilles un poco. Ve anda. 

Le hice caso y fui al baño a arreglarme un poco. En ese momento mil cosas se me pasaron por la cabeza. Fueron 10 minutos que se me pasaron lentísimos. En los que lo que pasaba por mi cabeza iba demasiado rápido y no tenía miras de parar. 

Llamaron al timbre y era Malú. Cogí toda la fuerza que pude para salir del baño con la sonrisa más grande del mundo. La verdad es que no quería que me viera mal. No quería comerle la cabeza con todo lo que a mi me rayaba. Demasiado me importaba... 

Nada más la vi entrar por la puerta la abracé tan fuerte como pude. 

-¿Tanto me has echado de menos?- sonrió

-No sabes tu cuanto- sonreí. No se de donde cogí fuerzas, no me preguntéis como, pero me decidí a hablar por fin.- Malú, siéntate... tengo que decirte una cosa.- Ella se dio cuenta de que algo no iba bien y se sentó en el sofá esperando a que hablara... Mientras Sofía esperaba ansiosa a que hablara, por que ella tampoco entendía nada.- Verás Malú... he estado pensando y... 

THE BIGGEST CHALLENGE OF LIFE IS TO LIVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora