THE BIGGEST CHALLENGE OF LIFE IS TO LIVE

Capítulo 50.- Y QUE PEQUEÑA QUE SOY

Un día más me despertó el sol que me cegaba. Malú seguía durmiendo y yo la contemplaba. Lo primero que pensé al despertarme fue "Hoy va a ser un gran día". 

Ella tenía reunión con l'Oreal y yo... bueno, yo no se lo que tenía. Me dejé la agenda en el estudio y tengo que ir primero a buscarla. Malditos olvidos... 

Me levanté y como cada mañana bajé a hacer el desayuno. A los pocos minutos noté como sus brazos rodeaban mi cintura. 

-Buenos días dormilona- dije girándome hasta tener su boca a centímetros de la mía.

-Buenos días mi vida- dijo, seguido de el primer beso de la mañana. 

Hacía una mañana preciosa, así que decidimos desayunar en el jardín. El patio de atrás estaba tapado por un gran muro que no dejaba ver nada, por lo que podíamos desayunar tranquilas. 

Estábamos desayunando cuando llamaron al timbre. Malú fue a abrir y era José. 

-¿Que tal hermanita?- le dijo dándole un abrazo.-¡Hey cuñada! ¿Me la estarás cuidando bien no? 

-Claro que si, puedes estar tranquilo- le guiñé un ojo y lo abracé. 

Se nos pasó el tiempo volando y cuando nos dimos cuenta era ya bastante tarde. 

-¡Malú! ¡Son las 12! ¡Tu reunión!

-¡Dios! ¡La reunión!

Subió arriba corriendo a cambiarse. Yo aproveché y llamé a Pedro.

-¿Diga? 

-¡Buenos días Pedro! Soy Alex. Escucha... Ayer me olvidé la agenda en el estudio, y quería saber si tengo algo importante que hacer hoy. Es que no me acuerdo- reímos.

-Pues... mira si. Hoy tenemos una entrevista. Y ahora que me doy cuenta, ya puedes darte prisa, por que es dentro de 1 hora y antes tienes que pasar por aquí. ¡No llegues tarde Alex, que te conozco!

-Vaaaale- reí- Voy lo más rápido que pueda. Nos vemos ahora. 

-Anda que... Que olvidadiza tu ¿no?- me dijo bromista José

-Mira, por que eres el hermano de mi novia, que sino... - dije apuntándolo con el dedo y reí

Subí corriendo a la habitación y me la encontré sentada frente al armario, mirándolo fijamente y poniendo caras raras.

-Malú ¿qué haces?- reí

-Es que... No se que ponerme.- Me puso esa cara de niña pequeña que tan loca me volvía y no me pude resistir. Me acerqué a ella, apreté sus mofletes y la besé. 

-Estás guapa te pongas lo que te pongas, mujer.- reí

-Mentirosa- se cruzó de brazos y me giró la cara, haciéndose la ofendida. 

-No... Es la verdad...- Pasé mis brazos por su cintura y la acerqué más a mi como pude.- ¿Sabes?

-¿Qué?

-Te quiero- le susurré.

Volvimos a besarnos y después de un rato nos dimos cuenta de que íbamos a llegar tarde.