Narra Alex:
Estoy hundida. En menos de dos días mi vida acaba de cambiar de nuevo, esta vez para mal.
En México, tras decidir regresar a Madrid, todo me sobrepasó después de hablar con María. Lo bueno que pude sacar de aquello fue que Malú me diera fuerzas para estar bien.
Pero ¿y ahora qué? Resulta que volvemos a Madrid, estamos un rato juntas en el que (por fin) vuelvo a mi felicidad de cada día, y cuando vuelve de comprar la comida me dice que nos tomemos un tiempo. No me lo creo. Estoy en shock aún. Tanto es así que estoy sentada en la hierba del parque de siempre, con las maletas tiradas y mi cabeza apoyada en el árbol. No puedo más. No hago más que llorar en vez de ir a hablar con ella para que me explique todo lo que ha pasado. Soy una imbécil.
Aún no he llamado a mi hermana, pero rezo para que siga aquí y me deje quedarme con ella.
No tengo fuerzas para nada. Mi móvil suena una y otra vez pero no, no lo voy a coger. No puedo.
Después de estar un rato pensando, decido llamar a Pedro y quedo con el. Me pongo unas gafas de sol para que no pueda verme los ojos hinchados y voy hacia la cafetería de siempre. A lo lejos puedo verlo y fingiendo una sonrisa le saludo con la mano.
-¡Alex! ¡Dichosos los ojos! ¿Que tal?
-Bien- mi voz entrecortada me delata pero parece no darle importancia.- Escucha, te he llamado por que quiero gravar cuanto antes lo que falta para poder irme.
-¿Irte? ¿A donde?
-Quiero volver a Vigo- no se me ocurría excusa ninguna así que tuve que pensar algo rápido- voy a estar con mi padre un tiempo...
-Ah vale, sin problema. Si quieres vamos al estudio ahora y las intentamos grabar ahora. ¿Tienes prisa?
-No, tengo todo el tiempo del mundo- dije fingiendo una pequeña sonrisa.
-Entonces vamos.
Entró a pagar y nos fuimos al estudio. No me había dicho nada hasta ese momento, pero el sabía que me pasaba algo.
-Bueno, ¿vas a contarme que te pasa?
-No me pasa nada Pedro, de verdad.
-Alex, las gafas podrán esconder tus ojos, pero tu voz no puede ocultar nada. En serio, sé perfectamente que algo te pasa.
-No es nada Pedro, solo estoy pasando por un pequeño bache... pero pronto estaré bien.
-Ese pequeño bache es lo que te hace querer irte a Vigo otra vez ¿verdad?
-En cierto modo... si, es por eso...
-Bueno, sabes que si quieres contármelo soy todo oídos.- me acarició cariñosamente el hombro y me dedicó una sonrisa.
Llegamos al estudio. No se de donde iba a sacar la voz para cantar todas aquellas canciones que tanto me recordaban a Malú... pero si quería irme pronto más me valía hacerlo bien a la primera.
Me senté delante del micro, respiré profundamente y fuimos con la primera canción. Parecía llevarlo bien hasta que llegamos a la tercera, que la había escrito mi primer día en Madrid, cuando la conocí. Todos los recuerdos se fueron acumulando en mi cabeza y no pude evitar que las lágrimas empezaran a caer por mi mejilla. No se como, pero conseguí terminar la canción sin desafinar y al terminar levanté la cabeza y vi como Pedro me hacía gestos de que estaba genial, que siguiera.
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THE BIGGEST CHALLENGE OF LIFE IS TO LIVE
RomansHistoria totalmente ficticia entre Alex, cantautora pendiente de descubrimiento y Malú, famosa cantante española.