15.- QUE NADA NOS SEPARE, NI LAS DUDAS NI EL TEMOR

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Pasaron dos días, tres, cuatro... Pero Pedro no llamaba. Malú no me dejaba llamarlo, porque me decía que tenía que ser paciente y esperar. Que ya llamaría. Pero todos los días me moría por dentro por no saber nada. Por no poder hacer otra cosa que esperar. Era una sensación horrible, inaguantable. 

-Malú... ¿qué haremos si Pedro no consigue hacer nada?- dije acariciando su pelo, aprovechando que lo tenía sobre mis piernas

-No lo se cariño, no puedo saberlo...- Se hizo un silencio que duró unos minutos, unos largos minutos.- ¿Has pensado en volver a Roma?

-Si... lo he pensado. ¿Tu quieres que volvamos? 

-Pues... la verdad es que si. Sé que aquí tenemos nuestra casa, nuestra familia... Pero en Roma todo nos iba genial Alex.

-Yo pienso exactamente lo mismo amor... Pero no puedo evitar pensar que a lo mejor si volvemos ahora ya no vamos a ser tan felices.

-¿Por qué dices eso?

-Porque es lo que nos pasó al venir aquí Malú. Nos volvimos de Roma, también pensando que con nuestra familia y nuestros amigos íbamos a estar mejor, pero nada más llegar todo se volvió en nuestra contra. ¿Quien te puede asegurar que si volvemos a Roma no va a pasar nada? ¿Quien te asegura que todo va a estar bien? No podemos saber eso, es imposible. 

-Ya Alex pero no sé... 

-Escucha, todo se va a arreglar. No sé como, pero se va a arreglar. Tal vez tarde un poco y tal vez esto vaya a peor durante un tiempo, pero tarde o temprano todo se solucionará, en serio. 

-No quiero que tengas que pasar por esto Alex, no quiero.

-Cuando decidí estar contigo, decidí estar para lo bueno y para lo malo. Ahora lo vamos a solucionar y lo vamos a hacer juntas. ¿De acuerdo? 

-De acuerdo cariño.

Me besó y nos quedamos abrazadas un rato. Después salimos al jardín a jugar con las perras. Al menos en esos momentos si que se la veía feliz, jugando con ellos como si fuera una niña, riendo a carcajadas como una enana... 

Sonó su móvil y con esa llamada se borró su sonrisa. ¿Acaso aún quedaban malas noticias? 

Su cara iba cambiando según la llamada transcurría. Fruncía el ceño, acompañado de un "ajá" "si, entiendo". Y eso era lo único que decía hasta que la llamada terminó, cuando lo único que cambió fue su "de acuerdo, gracias". No parecía que aquella llamada hubiera sido del todo buena, pero tampoco se la veía enfadada. 

-Cariño ¿ha pasado algo?

-Pues... Era Pedro... 

-¿Y bien?

-Me ha dado una solución pero no creo yo que... 

-Va Malú ¿qué te dijo? 

-Siéntate Alex...- Le hice caso y me senté en las sillas que había en el jardín. Ella se sentó a mi lado, cogió mi mano y me miró a los ojos. Al parecer no era ninguna tontería, no. 

-Me estás asustando cariño... Dilo ya, venga.- Apreté sus manos con fuerza y besé sus labios. 

-Pedro me aconsejó que fuera a México, donde está trabajando mi antiguo productor para que pueda hablar con el y volver a empezar con todo...

THE BIGGEST CHALLENGE OF LIFE IS TO LIVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora