-No puedo...- dije casi con la voz rota
-¿Por qué?
-Tengo miedo.
-¿Miedo?
-Si, miedo.
-Pero... ¿Miedo a qué?
-A que las cosas vayan a peor. A no poder controlar la situación y perderla para siempre.
-¿Crees que te olvidó?
-Si... Lo creo.
-Entonces ¿no piensas intentarlo al menos? ¿No quieres recuperarla?
-Me muero de ganas por recuperarla, pero es momento de que la deje vivir. Se merece rehacer su vida.
-¿Y ella? ¿No has pensado en lo que ella quiere?
-No... Pero si en lo que necesita. No le conviene tener un estorbo como yo en su vida, no es justo.
-¿La quieres?
-Más que a mi vida.
-Lucha por ella, no seas estúpida.
-No. Se merece ser feliz.
-¿Y si así no lo es?
-Con el tiempo lo será.
-¿Cómo estás tan segura?
-Me olvidará.
-¿Tu quieres eso?
-¿Que importa lo que yo quiera?
-¿Lo quieres?
-La quiero a ella.
-¿Te da igual perderla?
-No, me duele demasiado.
-Demuestras lo contrario. Pareces imbécil Alex.
-Solo quiero que encuentre a alguien que la haga más feliz.- sequé mis lágrimas y simplemente me fui.
Era el momento de subir al escenario, de darlo todo y olvidarme de esto. Pero me sentía impotente. No me veía capaz de pronunciar una sola palabra sin echarme a llorar.
Aún así intenté coger fuerzas de donde pude, respiré hondo y salí al escenario. Me prensenté y en ese preciso momento decidí cambiarlo una pequeña parte de mi repertorio... la última canción que cantaría sería una suya. Canté como pude las primeras canciones, aguantando lo mayor posible que el nudo que tenía en la garganta no me afectara y no me hiciera perder el control de mi voz. Pero era demasiado difícil, no podía. Todas aquellas canciones tenían algo suyo, algo que me recordaba lo muchísimo que la quería... Y era normal, las había compuesto cuando estábamos juntas, inspirándome en ella en cada palabra, y cada vez que las cantara me costaría.
-Bueno... Esta noche he decidido acabar cantando una canción que seguro que os sabéis... Para todos vosotros, ¡'Te voy a olvidar' de Malú'- respiré y simplemente pensé en ella, en nosotras. Y empecé a cantar con toda la seguridad que pude. Entoné frase tras frase hasta llegar al estribillo, donde por poco me derrumbo.
" Te voy a olvidar
te arrancaré
de mi memoria
será en los labios
de otras bocas
donde borraré
tu historia.
Te voy a olvidar
aunque el puñal
de tus mentiras
este quitándome hoy
la vida.
Te lo juro
que es verdad
que te voy a olvidar. "
Bajé del escenario con unas enormes ganas de llorar. Cuando llegué a donde tenía mis cosas me senté en el suelo y me encogí como solía hacer últimamente. Al poco rato llegó Sandra, que al verme allí vino a abrazarme sin pensárselo dos veces. 'Lo has hecho genial cariño' susurró. Besó mi mejilla y se quedó a mi lado hasta que logré tranquilizarme.
Después me cambié y nos fuimos en mi coche. Hicimos el trayecto en silencio. La dejé en su casa con intención de ir a descansar, pero ella no quería lo mismo.
-¿Por qué no entras y tomamos algo?
-No, no. Estoy cansada.
-Va Alex... Es un momento.
-No, de verdad, mañana nos vemos, necesito descansar.
Me fui de allí sabiendo que no le había gustado para nada que me fuera, pero no podía quedarme, lo único que necesitaba era descansar de todo y sobre todo, intentar dormir.
Llegué al piso y tuve la suerte de aparcar justo en frente por lo que no tuve que andar. Pero cuando entré en el edificio las cosas no iban a ser tan fáciles como subir a casa en seguida.
Carlos me esperaba sentado en las escaleras con un ramo de rosas rojas. Era enorme y precioso, pero no tenía ganas de el ahora mismo.
-Carlos... Otra vez no...
-No, no. Ten.- me cedió las flores.- Es para que decores algún jarrón con ellas. Solo vengo a pedirte perdón. Soy un gilipollas Alex, lo sé, y no sabes cuánto lo siento. Ya se que igual no me perdonas, solo quiero que lo sepas.
-Está bien.
Me miró una última vez y se fue. Después de todo no había sido tan malo...
Por fin en casa respiré tranquila. Ojalá pudiera quedarme aquí encerrada, como si de un búnker se tratara. Pero no, no podía.
Encendí el móvil y tenía un montón de llamadas perdidas, pero ninguna era suya. Cada vez que me pasara eso me iba a doler muchísimo. Iba a ver que todos se acuerdan de mi, que todos me llaman, menos ella. Pero también es verdad que podría llamarla yo, decirle algo... Pero no, por mucho que me duela soy demasiado orgullosa, esta vez no.
Esa noche no me costó dormir. Simplemente me tumbé en la cama, con toda mi ropa con encima porque mis maletas y todo mi equipaje seguía sin deshacer, y me quedé profundamente dormida. Aunque sin saber que las próximas semanas iba a haber unos enormes giros en los acontecimientos.

ESTÁS LEYENDO
THE BIGGEST CHALLENGE OF LIFE IS TO LIVE
RomanceHistoria totalmente ficticia entre Alex, cantautora pendiente de descubrimiento y Malú, famosa cantante española.