Capítulo 9

981 55 1
                                    


Entre en el salón de casa, estaba terriblemente cansada, me dolían hasta los cabellos, mi cabeza estaba prácticamente echando humo de tanto pensar, Alice al final del día me pidió salir a cenar con ella, me negué, pero creo que le importo una reverenda mierda mis negaciones, tenía tres horas antes de tener que irme.

-¿Bella? – Dijo mi madre fijándose desde el portal de la cocina.

-Si – Dije dejándome caer en el sofá, mis manos colgaron por los reposabrazos y mis pies se deshicieron de los altos tacones.

-¿Cómo te fue? – Pregunto con ánimos, ascendí y cerré los ojos, lo recordé a él, sus ojos mirándome, deseándome - ¿Y bien? – Interrumpió mi madre colocando su mano en mi hombro.

-Bien – Dije con una sonrisa fingida - ¿Qué cocinas? – Pregunte olfateando.

-Son patatas gratinadas – Reí.

-Que delicia – Dije olfateando más profundamente – Es una lástima – Dije levantándome, ella me miro y me pregunto con solo mirarme – Alice me invito a cenar y por más que le dije que no ella... - Mi madre se sentó en la mesilla de enfrente.

-Alice es un encanto – Ascendí, por supuesto para mi madre Alice era una santa encarnada, pero creo que no conocía ese lado inquisidor de ella - ¿Entonces? ¿Te iras? – Ascendí poniéndome de pie, estiré mis brazos y comencé a acariciar mi cuello - ¿No quieres un tentempié? – Pregunto levantándose, negué y comencé a caminar de espaldas mirándola.

-Quiero cerrar los ojos un segundo – Entre en mi habitación sin preámbulos y me deje caer en la cama, deseaba con toda el alma poder dormir dejar atrás un poco de cansancio, pero al sentir el frio de mi cama solo se me encogió el corazón y el sueño se esfumo, mire el techo, comencé a dibujar figuras irregulares en la obscuridad, creo que era un simple pretexto para no volver en el tiempo, cerré los ojos y me deje vencer.

Flashback

-¿No me invitas a pasar? – Pregunto con una sonrisa coqueta, alcé una ceja y reí.

-Edward – Inicie mi amenaza, se inclinó hacia mí, recorrió con sus labios mi cuello provocando que mi piel se erizara por completo.

-¿Y ahora? – Pregunto subiendo su recorrido hasta mi mentón.

-E-Edward yo... - Sus labios se posaron en los míos con dulzura le correspondí tan rápido como mi cerebro lo proceso.

-¿Y ahora? – Pregunto pícaramente, sonrió contra mis labios.

-¿Sabías que te odio? – Pregunté intentando no reírme, mordió mi labio inferior dirigiendo un millón de sensaciones por todo mi cuerpo – Un minuto – Le dije mostrando mi dedo índice.

-¿Qué tal dos? – Alcé una ceja y apreté mis labios – Vale solo uno – Dijo rindiéndose, me adentré en la casa con el agarrado de mi mano, encendí la luz y el comenzó a explorar con la mirada - ¿Esa eres tú? – Pregunto tomando entre sus manos una fotografía de mi cuando tenía un par de meses de estar en este mundo – Anda si eras una bebita muy hermosa – Dijo mirándome sonreí y negué.

-¿Te ofrezco algo? – Pregunte señalando la cocina.

-No – Dijo dejando de nuevo la fotografía, se acercó a mí, coloco sus manos en mi cintura y me acerco a él – Te amo – Pronuncio como un susurro.

-Yo te amo más – Dije sonriendo y colocando mis manos en su pecho, el negó.

-No señorita – Fingí sorpresa.

-Claro que si – Dije cruzando mis brazos.

-¿Quién ganara? – Pregunto retándome.

Sus labios rozaron mi mentón, subieron plantando pausados besos hasta mis labios, dio un pequeño beso en la punta de mi nariz.

-Sigo diciendo que... - Comenzó a recorrer mi cuello con sus labios y soltando su aliento sobre él, apreté un puñado de su ropa, cerré mis ojos, aparto mi cabello dejando mi cuello a su merced – Edward – Llame abriendo los ojos.

-Shh... - Pidió, me miro a los ojos – Te amo – Murmuro con dulzura para luego besar mis labios, mis manos rodearon su cuello, sus manos me tomaron con fuerza, me aprisionaba contra él, mi cuerpo reaccionaba a su calor, a sus caricias, a sus besos, un frenesí nos enfrasco a ambos, solo nos encontrábamos él y yo, no había nada más.

TZI

Mírame y dime que noDonde viven las historias. Descúbrelo ahora