Mírame y dime que no

Capítulo 116

-¿Cómo te sientes? – Pregunto Edward, mientras se adaptaba a mi lento caminar.

-Cansada por dos – Dije estirándome, me miro con preocupación – Pero descuida, todo estará bien.

-Si quieres podemos irnos... - Negué con la cabeza.

-No. Está todo bien - Dije girando mi cabeza hacia atrás y mirando como Alice reía animadamente con Jasper.

Entraríamos al salón de eventos muy pronto, estaba nerviosa, mi mente no estaba preparada para aquel acto, desde que aparecimos por el pasillo hacia las grandes puertas que nos dividían de la fiesta, el lugar comenzó a derrochar elegancia con toques bohemios, el verde manzana, el dorado y las rosas blancas adornaban el pasillo, cristales entre los grandes arreglos florales, la iluminación era romántica, tranquila.

-Me siento descolocada – Dije en voz alta, Edward apretó mi mano, voltee a verlo, él estaba negando con su cabeza.

-Eres exquisitamente hermosa – Dijo mientras parábamos frente a las puertas –Eres un ángel hermoso – Susurro colocando su mano en mi nuca y acercándome a él, sonreí, coloco sus contra los míos, correspondí su beso al instante, coloque mis brazos alrededor de su cuello y me abrace a él, aunque mi vientre no me permitía acercarme a él por completo – Te amo señora Cullen – Solté unas risillas tontas.

-Y yo a ti señor Cullen – Dije apenas antes que volviera a presionar sus labios contra los míos.

-¡Uh! – Escuchamos a alguien burlarse - ¡Ya comprendo por qué habías desaparecido! - Me separe de Edward, era Ángela, estaba sonriendo animada y de su cuello colgaba una enorme cámara fotográfica, sonreí al verla.

-Ángela – Salude.

-Señora Cullen – Dijo haciendo que riéramos – Alice querida – Dijo mirando a Alice, Ángela se aproximó y beso la mejilla de Alice – Señor Hale – Saludo con un asentimiento de cabeza pero con la misma sonrisa cálida, me miro y rio - ¿Tú también? – La mire atenta, llevaba un vestido color ciruela, su cabello suelto y ondulado, asentí repetidas veces – Hay se ven hermosas – Dijo entrelazando sus manos - ¿Puedo?, antes de que entren – Dijo tomando su cámara, posamos para un par de fotografías, Ángela estaba curiosa por saber el sexo del bebe, pero ni Edward ni yo decidimos hablar, ni siquiera para sacarla del error de mencionar solo "Un bebe" – Espero que me den el honor de fotografiar a su bebe y a su bebe – Dijo mirándonos respectivamente al mencionar aquellas frases.

-Por supuesto que si – Susurre.

-Claro que si – Dijo Alice mientras soltaba un suspiro cansado, coloco una mano en su espalda y frunció el ceño ligeramente.

-Es momento Señores Cullen, Señores Hale – Pronuncio una chica llamando nuestra atención, todos asentimos.

-Se siente extraño – Rio Alice, solté a reír, creo saber a qué se refería.

Las puertas se abrieron para nosotros, las luces nos cegaron, los aplausos nos ensordecieron

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Aún seguía mirando el lugar, era un paraíso, cientos de flores, rosas más bien, luces y cristales decorando el lugar, era hermoso verlo, grandes candelabros colgaban del techo e iluminaban románticamente el lugar, todos parecían salidos de una revista de modelos, se movían elegantemente por el salón, ya sea andando o danzando.

Nosotros apenas habíamos bailado nuestra primera canción como esposos y había sido todo, ni mis pies ni de Alice permitían para más, sin embargo estábamos mucho muy concentradas en el banquete y en mi antojo directo de aquel pollo en salsa de ciruela... Y no era precisamente mi favorito.

-¿Cómo se sienten? – Pregunto Carlisle en voz alta, Alice solo ascendió y prosiguió comiendo de su plato de pollo y puré de patatas, reí.

-Estamos bien suegro – Carlisle rio – Me gustaría que te fueras a descansar – Dijo mirándome atento, sonreí y asentí.

-¿Pasa algo? – Dijo Edward mirándonos a los dos, Carlisle negó con la cabeza.

-Solo quiero que tu esposa descanse – Dijo mientras colocaba una mano en el hombro de su hijo – Todo está bien, hoy ha sido un día largo y cansado – Edward me sonrió.

-¡NO! – Grito Alice corriéndose en la silla y sentándose a mi lado – No se puede ir de aquí, no sin antes decirnos que son esos bebes – Dijo cruzando sus brazos encima de su pecho, sonreí, Edward soltó a reír.

-Oh... Que es verdad – Susurro, soltó un suspiro – Iré a buscar a mis suegros – Dijo Edward mirándome divertido, reí, él se dispuso a irse, pero Carisle le detuvo

-Yo iré, tu madre está hablando seriamente con tus primas – De pronto el ambiente se tensó demasiado, lo noto por que la sonrisa de Edward se desvaneció y Alice dejo de picar mis costillas insistente – Así que quédate aquí – Edward ascendió, Carlisle se fue maniobrando entre todos los invitados que bailaban y reían animadamente, Edward se sentó a mi lado, estaba cerio.

-¿Qué pasa? – Pregunte mientras tomaba la copa con jugo de naranja, Edward negó con la cabeza.

-Nada malo, tranquila... - De pronto se quedó bastante pensativo.

-Edward... - Llame tocando su mano, el dio un ligero respingo y sonrió.

-Ya comprendo por qué mi madre está desaparecida desde hace rato, era con ellas con quien hablaba – Lo mire confundida.

-¿Con ellas? – Pregunte con verdadera confusión.

-Con las hermanas de Kate – Susurro mirándome seriamente, un escalofrió recorrió mi cuerpo entero, mi piel se erizo completamente.

-¿Qué... Que ha pasado con Kate? – Pregunte dejando la copa de lado, intentando corresponder a las sonrisas de personas que pasaban por enfrente de mí y de Edward.

-No ha pasado nada – Dijo llevando a sus labios una copa de vino.

-Edward – Advertí, él soltó un suspiro.

-No logran dar conella – Dijo en un susurro apenas audible – Se ha esfumado y están muypreocupadas – Un escalofrió recorrió mi cuerpo, sentí el frio de su navaja aunen mi cuello, y sus ojos... Sus ojos... Llenos de odio, de ira. Kate estabadesquiciada y dispuesta a matarme.