-Charlie, Rene... – Pronuncio Edward mirándonos, trago saliva y continúo – Mi familia y yo hemos venido aquí humildemente a pedirles su más grande anhelo – Sentí una tibieza recorrerme el pecho – Que se ha convertido ahora en el nuestro – Sonreí, Esme nos miró con ternura, Charlie miro a Edward – Sé que habita en sus corazones la desconfianza, pero créanme cuando les digo que amo a nuestra querida Bella y que haré todo lo que esté a mi alcance – Rio – Y lo que no esté a mi alcance para hacerla feliz – Rene me miro von lágrimas en los ojos, Carlisle mimaba a una Esme sonriendo y con lágrimas en los ojos, Alice solo sonreí ampliamente y se mantenía del brazo de Jasper. Mi padre se aclaró la garganta.
-Cuando mi hija me hablo de ti, supe que pasaría por esto – Todos nos echamos a reír, lagrimas cayeron de felicidad de mis ojos, mamá le dio un ligero golpe en el hombro aun entre risas, acto seguido un momento de seriedad embargo a Charlie – Lo supe por como hablo de ti, la forma de cómo sus ojos brillaban, quiero que sepan que no existe desconfianza al contrario hay una felicidad inmensa... - Mi padre volteo a verme y extendió su mano, la tome – Te entrego mi mayor tesoro para que lo cuides – La voz de Charlie se quebró, volvió a aclararse la garganta.
-Es el único objetivo que tiene mi vida – Sonreí ante las palabras que Edward había dicho, mi padre le extendió mi mano a Edward, la tomo y le planto un dulce beso.
Edward de nuevo beso mi mano y miro el anillo, sonrió, sus ojos me hipnotizaban, era el todo perfecto y aun no podía creer que era solo para mí y yo, absoluta e irrevocablemente suya. Esme y Rene se cruzaron algunas palabras, al igual que Carlisle y Charlie, Edward beso mi frente, yo solo me acurruque en sus brazos, Alice se unió a nuestro abrazo.
-¡La hermana que siempre quise! – Chillo Alice, Edward rio con sarcasmo – Te adoro, pero nunca te dejaste pintar las uñas – Solté a reír, todos comenzaron a reír.
Nos dedicamos a estar juntos, contar anécdotas, ms bien nuestras madres disfrutaban de contar aquellas cosas y nuestros padres escuchaban y terminaban las frases de nuestras madres.
-¿Ya te había dicho que luces exquisitamente hermosa? – Murmuro Edward en mi oído, un escalofrió recorrió mi espalda.
-No, no me lo has dicho, pensé que no te habías dado cuenta – El coloco sus manos en mi cintura.
-¿Darme cuenta? He estado admirándote desde que llegue y solo he podido pensar en lo bellísima que estas – Me recargue en su pecho con delicadeza – Desearía estar en casa... O solos... - Sentí como mis mejillas comenzaron a arder de forma inminente.
-¡Edward! – Le regañe en voz baja.
-Y bien, ¿Que hablan los pajaritos del amor? – Pregunto Alice mientras nos entregaba copas de Champagne.
-Sobre la fecha de la boda – Dijo Edward bebiendo de la copa, yo solo me limite a reír.
-Si seguro, pero, ¿Qué decidieron? – Pregunto dando saltitos en su sitio, Edward y yo nos miramos.
-Bueno... - Dijo Edward mirándome.
-Decidimos que... - Me quede prácticamente en las nubes, cuando decidimos estábamos aún más que indecisos, marzo era una buena fecha, además que Edward parecía estar más que ansioso y yo me encontraba aún más.
-Sin miedo – Dijo Esme animándonos.
-Marzo – Soltó Edward, hubo un silencio.
-¿Hasta haya? – Pregunto Alice cruzándose de brazos.
-Tenemos demasiado trabajo en... - Alice y Esme me interrumpieron.
-¡Para! – Dijeron las dos provocando un sobresalto en todos los presentes, Alice prosiguió – ¿Estas tomando el trabajo como una medida? – Mire a Edward, este parecía estar más que perdido.
-Hijos... - Comenzó Esme – No es necesario esperar tanto tiempo... El trabajo es cotidiano, pero una boda no todos los días – Dijo Esme mirando a Rene.
-¿No afecta demasiado a su ritmo? - Pregunto Rene, Alice negó con la cabeza.
-Por favor, somos una gran familia, unificados... Así que piénsenlo bien – Dijo sentándose al lado de Jasper, Edward tomo mi mano.
-Creo que marzo está bien - Dijo Edward sonriendo, ascendí.
-Además hay un sinfín de cosas que hacer para la boda... Tomémoslo tranquilo – Sonreí, Alice pareció convencerse.
-Marzo será – Dijo Charlie.
ESTÁS LEYENDO
Mírame y dime que no
FanfictionPROLOGO ¿Como no enamorarme de sus ojos? ¿Como no sentirme prisionero de su cautivadora belleza? Solo quería poder enamorarla, quería mirar ese rostro el resto de mi vida, estaba claro que ella le tenía a la gran diferencia que ella hacia entre nos...