Capítulo 123

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Habían hecho una revisión a Alice, aun no era hora de la labor de parto, ella estaba sumamente callada, creo que la meditación le funcionaba perfectamente bien, nadie hacia un solo sonido, Jasper estaba a su lado callado, tomando su mano y mirándola atentamente, Esme y yo estábamos allí mirándolos, era un bonito cuadro para admirar.

Alice tenía sus ojos cerrados e inhalaba y exhalaba por su boca, parecía desesperada y con ansiedad al pasar media hora de la revisión, ¿Qué podía decirle?, algo que la entretuviera, que la hiciera pensar y que quizá mitigara un poco el dolor o el nerviosismo que sentía.

-Alice – Dije rompiendo el silencio, ella abrió los ojos y me miro - ¿Qué se siente? – Pregunte caminando hacia ella, ella sonrió y luego rompió a reír con emoción y cerrando sus ojos aguantando las lágrimas.

-Es precioso – Dijo con voz entrecortada por el llanto y quizá por el dolor – Yo... Yo no dejo de pensar en mi hijo – Dijo colocando su mano en su vientre y luego comenzó a inhalar y exhalar por la nariz y la boca respectivamente, un quejido salió de su boca, Jasper se puso de pie como un resorte – Mi vida – Dijo interrumpiéndose solo para respirar – Dara un giro de 359 grados – Dijo sonriendo y mirando a Jasper con ternura.

-Nuestra vida – Corrigió el limpiando una lagrima que se asomaba por sus ojos.

-Si – Dijo de pronto mientras ahogaba un grito.

-Llamare a... La ginecóloga – Dijo Esme mientras salía corriendo de la habitación.

-¿Crees que ya sea hora? – Pregunte riendo, Alice asintió, se sentó de golpe en la cama y comenzó a ahogarse en un grito silencioso.

-Respira Alice, respira cariño – Dijo Jasper masajeando su espalda.

-Contracciones – Gruño Alice de forma que cada cabello en mi cuerpo se puso de punta – Bella... Bella – Dijo pidiendo mi mano, me coloque a su lado, colocando una mano en su hombro y la otra sosteniendo su mano dándole todo mi apoyo.

Aquello solo me hacía sentir que pronto estaría en una circunstancia parecida, Alice estaba esforzándose por mantenerse calma, pero el dolor era mucho, su cara descompuesta por el dolor, sin embargo mantenía una sonrisa cansada y dolorida. En aquellos momentos las contracciones de Alice se hacían más constantes.

-Es hora – Gimió Alice - ¡Es hora! – Grito de pronto con desesperación y comenzó a pujar con dolor.

-¡Tranquila Alice! – Dije con fuerza – Respira o vas a sofocarte y te desmayaras – Dije intentando que parara – Vamos respira – Dije haciendo que volviera a recostarse.

-Duele... - Dijo mientras respiraba repetidas veces.

-Vamos mi amor – Dijo Jasper limpiando el sudor que se formaba en la frente – Respira lentamente.

-Lo sé, lo sé – Dijo intentando mantener la calma, de pronto la puerta se abrió, Gris entro casi corriendo.

-Perdona la demora Alice, tenía otro parto – Dijo saludándome con un asentimiento y una sonrisa - ¿Cómo están las contracciones? – Alice apretó mi mano fuertemente.

-Se acaban de volver constantes – Dijo apretando sus dientes, Griss asintió.

-Tengo que hacerte un reconocimiento, Bella por favor – Dijo pidiendo que me saliera, Alice me apretó más fuertemente.

-No... - Dijo con una sonrisa – Quiero torturarla un rato... ¡MAS! – Grito mientras era atacada por dolor.

-Maldita – Dije sonriendo y ayudándola a soportar el dolor.

-Muy bien, entonces aquí vamos – Dijo con cansancio.

Siempre me había preguntado, ¿Qué sentiría Griss durante estos precisos momentos?, su rostro concentrado, sin embargo mantenía una pequeña sonrisa en sus labios y una calma inmutable, ¿Cómo era posible?, ¿Cuántas veces tendría que pasar por un parto para tener esa calma?, de pronto un grito de Alice ahogo el silencio en la habitación y me hizo salir de mis pensamientos.

-Ya listo querida... - Dijo mirándonos a todos, quizá nuestras expresiones eran de pánico, ya que ensancho na sonrisa amable – Es hora de la labor – Dijo mirando a Alice – Jasper mantén la calma y no te desmayes, respira por la boca y Alice, quiero tomes una gran bocanada de aire, no dejes de respirar mientras no haya una contracción y cuando la haya tienes que pujar hasta que esta pase, Bella mucho cuidado – Dijo mirándome con severidad.

-Aquí vamos... - Dijo Alice respirando profundamente.

Mírame y dime que noDonde viven las historias. Descúbrelo ahora